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En el Ecoparque de Mendoza se hizo un trabajo de curación y de rehabilitación del oso hormiguero, que provendría del tráfico ilegal.
Según informó el equipo de veterinarios de la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque que acompañó todo el trayecto del oso hasta el centro de rescate en Santa Fe, el ejemplar se encuentra en óptimas condiciones para poder transitar esta segunda etapa de adaptación. Este centro se encuentra especializado en este tipo de especies, y además, al estar emplazado en la provincia de Santa Fe, está mucho más cercana territorialmente a su hábitat, al que se espera pueda ser prontamente reinsertado o liberado.
Respecto de cómo es que este oso melero –ejemplar juvenil– llegó a Mendoza, hasta el momento no pudo obtenerse ninguna información. Nada se sabe sobre su procedencia, dado que esta especie es propia de selvas y sabanas áridas de Sudamérica, y en territorio nacional tiene su área de distribución en el Noroeste Argentino, no habita en Mendoza. Se sospecha que puede haber sido extraído de su hábitat y trasladado hacia nuestra provincia –fruto del tráfico ilegal– y, por circunstancias que se están investigando, se escapó o fue liberado voluntariamente.
Qué atención recibió durante su cuarentena en Mendoza
Al momento de ingreso, en una revisión inicial no se detectó que presentara heridas visibles ni signos de haber permanecido mucho tiempo en cautiverio. Según informó la veterinaria del Ecoparque Mendoza, a cargo del seguimiento de este ejemplar, a este oso melero –de aproximadamente dos años de vida– se le efectuó una batería de estudios como radiografías y análisis –tanto de sangre como de heces–, a través de los que se detectó que debía ser desparasitado y recuperado de otras afecciones.
Durante esta primera etapa de cuarentena, se hizo una adaptación de la dieta, a la cual el animal respondió muy bien, ya que logró mejorar su condición corporal, aumentar de peso y hacia el final se lo percibió mucho más activo. Mejoró notoriamente respecto del estado sanitario en el momento en que había sido recibido.
El oso melero es una especie vulnerable debido a la fragmentación del ambiente –estructura de rutas y urbanas en general–, al cambio climático y también muy susceptible a impactos generados por el ser humano, como incendios y deforestaciones, así como a ataques de animales domésticos como los perros. Por eso es muy importante que cuando se detectan estas criaturas, se los pueda rescatar, rehabilitar y liberar en su hábitat para que continúen con su ciclo biológico y dar continuidad a la especie.
Acerca del oso melero
El oso melero –-también conocido como oso hormiguero amazónico– es una especie de tamandúa originaria de Sudamérica. Habita zonas boscosas, selváticas o sabanas áridas y tiene un comportamiento solitario. Su alimentación consiste en insectos, principalmente hormigas, termitas y abejas, a los cuales caza rompiendo sus nidos empleando sus grandes garras.
En Argentina, esta especie se encuentra en amplias extensiones de provincias del Norte y en áreas protegidas del Noreste. No obstante, tiene baja densidad poblacional, dado que está siendo afectada por la pérdida y fragmentación de hábitat, el atropellamiento en rutas, los incendios y la depredación por perros.
Según últimos estudios, la población ha disminuido entre 20 % y 25 % en los últimos 20 años. Por lo tanto, casi califica para ser categorizada como Vulnerable (VU), bajo el criterio A2c, por lo cual se le asigna la categoría de Casi Amenazado (NT).
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El tráfico ilegal de fauna mata
Unos días después de encontrado el oso melero en Junín, el 25 de marzo, el equipo de la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque tomó conocimiento de otro ejemplar que se encontraba en las cercanías al primer hallazgo. En este caso se trataba de una hembra juvenil, que luego de recibir las primeras intervenciones y cuidados, se puso en observación del equipo profesional, pero falleció a los días producto de una congestión visceral generalizada que se pudo constatar en los registros de la necropsia practicada.
Lamentablemente, este animal no pudo sobrevivir al daño, producto de su translocación del hábitat natural y al maltrato recibido por quienes realizaron esta actividad ilegal.
Quienes deseen brindar información sobre ejemplares de fauna silvestre heridos o denunciar casos de caza o tenencia ilegal pueden hacerlo a través del portal de página oficial del Ministerio de Energía y Ambiente (marcador Denuncias). También pueden comunicarse telefónicamente a la Dirección de Biodiversidad al 261 5182481 o al 261 3853400 (Interno Fauna Silvestre: 3411), de 8 a 13 o al 911 (Policía de Seguridad Rural de Mendoza).