Para resistir estas condiciones extremas, los bisontes han desarrollado adaptaciones sorprendentes. Su grueso pelaje les proporciona aislamiento térmico, mientras que su musculosa complexión les permite moverse a través de la nieve densa. Usan sus poderosas cabezas como palas naturales para apartar la nieve en busca de alimento, principalmente hierbas y plantas resistentes al frío.
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Además, su comportamiento gregario les ofrece protección y facilita su desplazamiento. Se agrupan en manadas para conservar el calor corporal y seguir rutas seguras por el territorio. A pesar del invierno, los bisontes deben mantenerse en constante movimiento, enfrentándose solo a dos depredadores naturales: los lobos, que cazan en manada, y los osos pardos, que hibernan en esta época del año.
Yellowstone: un santuario natural incomparable
El Parque Nacional de Yellowstone alberga más animales que solo a los bisontes, es un ecosistema diverso que atrae a visitantes de todo el mundo. Su vasto territorio, que se extiende por los estados de Wyoming, Montana e Idaho, es el hogar de una impresionante variedad de especies animales y paisajes espectaculares.
- Geotermia única: Sus géiseres, fuentes termales y fumarolas convierten a Yellowstone en una de las áreas geotérmicas más activas del planeta.
- Flora y fauna: Además de bisontes, el parque es refugio para lobos, alces, osos grizzly y más de 300 especies de aves.
- Patrimonio mundial: En 1978, la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad por su importancia ecológica y su valor natural inigualable.