El procedimiento es simple, se pone el arroz en una olla con agua que ya rompió su hervor, se deja cocer a fuego medio o bajo hasta que el agua se evapore por completo, y el arroz quede tierno y esponjoso. Este método asegura que los granos de arroz se cocinen de manera uniforme, y el calor directo del agua hirviendo facilita que el almidón del arroz se libere adecuadamente, lo que contribuye a la textura deseada.
Por otro lado, algunos cocineros y entusiastas de la gastronomía sugieren que el arroz puede cocerse también con agua fría. Este método, menos convencional, es utilizado principalmente por quienes buscan una textura más firme y menos pegajosa. Al agregar el arroz a agua fría, el grano absorbe el líquido lentamente a medida que la temperatura del agua aumenta, lo que resulta en una cocción más suave y homogénea, sin que el arroz se pase o se vuelva gomoso.
El método correcto para cocinar el arroz ¿Agua fría o hervida (2).jpg
¿Cuál es la diferencia entre ambos métodos?
Aunque ambos métodos pueden dar como resultado un arroz delicioso, existen algunas diferencias notables entre ellos. El arroz cocido con agua hirviendo tiende a ser más esponjoso y con una textura más suelta, mientras que el arroz cocido con agua fría tiene un tiempo de cocción más largo, puede tener una textura un poco más densa y menos pegajosa. Esto, claro, depende en gran medida de la variedad de arroz utilizada y de la proporción de agua.
¿Qué método elegir?
Elegir con qué tipo de agua cocinar el arroz depende de las preferencias personales y del tipo de arroz que utilice. Los chefs expertos en cocina asiática podrían optar por el agua fría para obtener una textura más firme y menos pegajosa, mientras que en muchas cocinas tradicionales el método del agua hirviendo sigue siendo la opción más popular por su simplicidad y efectividad.