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Las plantas ornamentales responden de manera extraordinaria a este fertilizante natural, mostrando un vigor renovado en cuestión de semanas. El proceso de elaboración requiere paciencia, pero los resultados justifican la espera.
Fertilizante casero: cómo mejorar tus plantas ornamentales
La ortiga aporta una combinación única de minerales esenciales que las plantas absorben fácilmente. El proceso de fermentación libera todos los nutrientes contenidos en la planta, creando un fertilizante rico y equilibrado.
Para preparar este fertilizante, necesitarás:
- Hojas frescas de ortiga (1 kg)
- Agua sin cloro (10 litros)
- Un recipiente grande con tapa
- Guantes protectores
- Un colador resistente
- Un palo para remover
Paso a paso para hacer el fertilizante casero
- La preparación comienza con la recolección cuidadosa de la ortiga, usando guantes para evitar el contacto directo con la piel.
- El proceso de maceración transforma la ortiga en un líquido oscuro y aromático, repleto de nutrientes.
- La dilución correcta resulta crucial para evitar quemar las raíces de las plantas.
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Para aplicar este truco casero, basta con observar las plantas ornamentales cada dos semanas durante la temporada de crecimiento. Los resultados se manifiestan en hojas más verdes y brillantes, tallos más fuertes y flores más duraderas.
Las plantas tratadas con este fertilizante desarrollan una mayor resistencia natural contra plagas y enfermedades. El uso regular de este preparado fortalece el sistema inmunológico de las plantas ornamentales.
Este fertilizante natural funciona especialmente bien en especies como helechos, rosas y plantas de interior. La aplicación debe realizarse preferentemente durante las primeras horas de la mañana o al atardecer. El almacenamiento del fertilizante en un lugar fresco y oscuro garantiza su efectividad durante varias semanas.