La Sole, conocida como La Sole de Arequito, es una de las artistas más queridas y respetadas en el mundo del folklore. Con una trayectoria que abarca más de tres décadas, ha logrado consolidarse como una referente, combinando la tradición de nuestra música con su frescura y energía sobre el escenario. La Sole es sinónimo de pasión y talento, y su presencia en este festival promete ser uno de los grandes momentos.
También estará presente, Lázaro Caballero, con su estilo de chamamé moderno, ha capturado la atención del público de todas las edades. Su interpretación emotiva y su presencia escénica lo han posicionado como una de las figuras emergentes del folclore.
Estos tres artistas, junto a Ke Personajes, son solo algunos de los nombres que completan la impresionante grilla del festival que además suma los ganadores del pre festival que se hizo en noviembre del 2024 y que promete ofrecer noches llenas de magia, baile y emoción.
La Cueca y el Damasco fue el primer festival en la provincia de Mendoza que logró la categoría de Nacional. Al frente se encuentra la Asociación Todos por el Festival que con el apoyo del Municipio de Santa Rosa, logran año tras año posicionarse en el este mendocino como uno de los festivales más convocantes de la provincia.
Entradas a la venta
La preventa de entradas ya está disponible, y se pueden adquirir de manera sencilla a través de Entradaweb . También de forma física se pueden adquirir en las delegaciones municipales de La Dormida y Las Catitas y en la Villa Cabecera en el Auditorio Municipal de 8 a 13 hs.
El Predio del festival, cargado de historia
El predio donde se realiza el festival, fue adquirido por el municipio en el mes de setiembre de 2024, son 8 hectáreas que además conserva una casona antigua de 120 años.
Fue el mismo Jose de San Martín quien le donó estos terrenos a Ventura Segura y allí se dan los orígenes del pueblo. Ventura Segura decide donar parte de estos terrenos para que se construyan las calles principales, la parroquia, la escuela y algunos barrios para los primeros habitantes de la zona y así toma origen La Dormida.
El inmueble tiene aproximadamente 120 años. Ingresar a la casa ya es una aventura: la altura del techo, los grandes ventanales, el piso que cruje en cada paso te transportan a otra época de la historia de la Argentina.