Un bodegón de barrio con alma de fiesta se convierte en el lugar perfecto para una cena abundante o una salida nocturna que termina con la mesa llena. Sus precios accesibles permiten compartir platos gigantes sin mirar la cuenta. La estrella absoluta es la milanesa para 3, un monumento de ternera o pollo que llega humeante y listo para dividir.
En Armenia 2562, en pleno Munro, El Favorito se posiciona como refugio para quienes buscan porciones generosas y sabor casero a pasos de la estación. El salón es amplio, con mesas largas de madera, paredes llenas de fotos de clientes y una parrilla abierta que chisporrotea sin pausa. La decoración sencilla y el trato cercano convierten cada visita en una reunión de amigos improvisada.
El lugar tiene el típico ambiente de bodegón porteño.
El bodegón con una milanesa gigante
En una zona donde comer bien suele costar, El Favorito responde con un menú que equilibra cantidad y calidad a precios de barrio. Desde milanesas napolitanas hasta carnes al horno, cada opción está pensada para compartir y satisfacer. Los habitués llegan sabiendo que saldrán llenos sin gastar de más.
Las promociones para compartir son el gancho principal: milanesa americana de ternera con cheddar, panceta y dos huevos fritos más papas fritas por $49.000 para 3 personas; la misma versión con suprema de pollo por idéntico precio. Ambas llegan en fuentes gigantes que alcanzan sobradamente y mantienen el calor hasta el último bocado.
La carne al horno es un must en este bodegón.
La carta del bodegón se completa con platos individuales como carne al horno con puré, bondiola braseada, rabas con limón, empanadas de carne cortada a cuchillo y tortillas de papa clásicas. Los grupos encuentran paquetes para mesas grandes, convirtiendo a El Favorito en el lugar ideal para cumpleaños o previas sin exceder el presupuesto.
El Favorito se consolida como un clásico imperdible de Munro, donde la comida abundante, los sabores tradicionales y los precios justos se juntan para crear noches memorables. Para quienes buscan compartir milanesas monumentales en un ambiente cálido y sin vaciar el bolsillo, este bodegón es una parada obligada que siempre deja la mesa llena y la cuenta liviana.






