Este pájaro, con su imponente presencia y su origen prehistórico, es una ventana viviente al pasado de la Tierra. Observarlo es como mirar un dinosaurio que ha sobrevivido hasta nuestros días, recordándonos que la evolución no destruye el pasado, sino que lo transforma en nuevas formas de vida.
El ave que es idéntica a un dinosaurio: puede correr a unos 50 km por hora y saltar hasta 1.5 metros
Evolutivamente, las aves son los descendientes directos de los dinosaurios terópodos, el mismo grupo al que pertenecía el Tyrannosaurus rex y el Velociraptor. Esto significa que, en cierto sentido, los dinosaurios nunca se extinguieron completamente: sobrevivieron en forma de aves. El casuario conserva muchas características primitivas que lo hacen parecer un dinosaurio moderno. Su andar erguido, su mirada intensa y su casco óseo recuerdan a los antiguos reptiles del Mesozoico.