El descubrimiento realizado en América Latina fue liderado por el científico chileno Jonathan Barichivich, quien creció en la zona y desde niño estuvo en contacto con los bosques de alerces. A través de métodos modernos que combinan conteo de anillos con modelos de crecimiento estadístico, Barichivich y su equipo pudieron calcular la edad del árbol sin dañarlo. Su hallazgo superó incluso al famoso “Matusalén”, un pino bristlecone de California, que tiene alrededor de 4.853 años.
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América Latina: el futuro de este árbol
Según el portal Chile Travel el Alerce Milenario no solo es una maravilla de la longevidad, sino también un testimonio viviente de miles de años de historia climática y ecológica. Ha resistido incendios, cambios de temperatura, colonizaciones y deforestaciones, sobreviviendo en un rincón oculto del bosque de Chile. Hoy, su preservación es prioridad nacional, y solo puede visitarse siguiendo senderos delimitados para evitar pisar sus raíces.