El afortunado que tenga frascos de mermelada tiene un tesoro: cómo hacer lámparas para centros de mesa
No hay casa en el que no existan unos frascos de mermelada guardados en el fondo de una alacena, tratando de salvarse de un día de limpieza general que los puede hacer desaparecer de un plumazo. Sin embargo, cuando te encuentres algunos no los tires porque en realidad tienes un tesoro del reciclaje.
Estos envases de vidrio no solo son resistentes y duraderos, sino que también permiten crear objetos decorativos únicos, sostenibles y económicos. Con un poco de creatividad, pueden convertirse en delicadas lámparas para centros de mesa, ideales para reuniones, fiestas o para dar un toque cálido al hogar. Pues el mundo del reciclaje actualmente es un gran aliado para convertir y darle un nuevo uso a esos elementos y materiales que abundan en casa y generalmente están guardados para que no molesten o terminan siendo desechados.
Por qué los frascos de mermelada son un tesoro
La mermelada o cualquier objeto que venga envasado en un frasco de vidrio es un material que se puede reciclar y reutilizar de cualquier forma. En este sentido, si tienes varios frascos de estos en casa tienes un tesoro porque:
frascos de mermelada
Frascos de mermelada o simplemente de vidrio hay en la mayoría de las casas, solo asegúrate de no tirarlos para convertirlos en un verdadero tesoro del reciclaje.
Son ecológicos: reutilizar vidrio reduce residuos y evita el consumo de nuevos materiales.
Tienen diseño natural: su forma redonda y transparente difunde la luz suavemente, creando una atmósfera acogedora.
Se adaptan a todos los estilos: podés decorarlos con cuerda, pintura o cintas para lograr un look rústico, vintage o moderno.
Reciclaje: cómo convertir frascos de vidrio en centros de mesa
Si posees frascos de mermelada vacíos en la cocina, no los tires. Recupéralos de la alacena, la despensa o donde los tengas guardados y conviértelos en estos hermosos faroles para decorar tu casa, ya sea en alguna fiesta o en Navidad con esta propuesta DIY. Para ello necesitarás:
Luces LED (tipo guirnalda o mini velas eléctricas).
Cuerda rústica o hilo de yute.
Pegamento resistente o silicona caliente.
Cintas decorativas, encaje o pintura acrílica (opcional).
Tapa metálica perforada o soporte de luz (si se desea colgante).
Reciclaje frascos
Quien tiene frascos sin usar tiene un tesoro.
El paso a paso para convertirlos en lámparas es el siguiente. Primero limpia y prepara los frascos quitando etiquetas y residuos con agua caliente y jabón. Seca bien el interior.
Decora el exterior, lo podés envolver el borde con cuerda, pintar diseños en el vidrio o pegar cintas de tela. Si buscas un estilo romántico, usa encaje o tonos pastel. Ahora coloca la fuente de luz, inserta la mini vela LED o una guirnalda de luces dentro del frasco. Evita velas reales si no hay ventilación.
Por último, arma el centro de mesa agrupando varios frascos en una bandeja o sobre una base de madera. Podés combinar tamaños y decoraciones diferentes para lograr un efecto más artesanal y cálido.
Estas lámparas hechas con frascos de mermelada son perfectas para cenas íntimas, celebraciones o simplemente para iluminar tu hogar de manera sustentable.
