El extraordinario descubrimiento ocurrió en el montículo Karabau-2, ubicado a 10 kilómetros al norte del pueblo de Karabau en la región de Atyrau. Los investigadores encontraron siete tumbas en excelente estado de conservación que revelaron una colección impresionante de tesoros antiguos.

Durante dos años de excavaciones meticulosas, el equipo recuperó cerca de mil artefactos de la época sármata. Entre las piezas más destacadas resalta un magnífico brazalete de oro que alcanza los 370 gramos, decorado con leopardos de montaña tallados en ambos extremos.

La riqueza del pueblo nómada

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Las excavaciones en el montículo Karabau-2 proporcionaron evidencia contundente sobre la presencia del imperio sármata en la región de Atyrau. Los expertos identificaron algunas de las tumbas como "sepulcros reales" debido a sus prácticas de enterramiento colectivo y la riqueza de los tesoros encontrados.

La colección incluye aproximadamente cien piezas de joyería en oro, muchas decoradas con imágenes de animales depredadores como leopardos, jabalíes y tigres que habitaron la zona. El hallazgo de dos cuencos de madera en perfecto estado representa un caso único en la arqueología de Kazajistán.

Marat Kasenov, director del equipo de excavación, destacó que las investigaciones continuarán con planes ambiciosos. "El proyecto integrará antropólogos, geógrafos, artistas y otros especialistas para ampliar el alcance de nuestros estudios", explicó.

Los trabajos realizados entre 2023 y 2024 que llevaron al descubrimiento involucraron a 20 trabajadores, cinco miembros del personal del museo y antropólogos de Astana y Almaty. La magistral colección de tesoros se exhibió en la muestra "El Oro de los Sármatas", que atrajo a funcionarios regionales, historiadores y expertos culturales.

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El legado de los sármatas perdura con este descubrimiento

Los sármatas dominaron las estepas euroasiáticas desde el siglo V a.C. hasta el siglo IV d.C., principalmente en territorios que hoy pertenecen al sur de Rusia, Ucrania y parte de Kazajistán. Este pueblo nómada mantuvo estrechos vínculos con los escitas e influyó significativamente en la historia regional mediante su interacción con diversas culturas vecinas, incluidos los romanos y los persas.

La existencia de tumbas reales sugiere una estructura social compleja dentro de la civilización sármata. Los investigadores destacan que la cantidad y calidad de los tesoros hallados indican que Atyrau fue un centro de poder importante para este pueblo arqueológico.

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