Un descubrimiento altamente sorprendente
Además del cráneo del megaraptor, el equipo de Lamanna también desenterró sus brazos, partes de sus piernas, algunas costillas, vértebras y otras piezas petrificadas.
Matthew Lamanna, paleontólogo del Museo Carnegie de Historia Natural de Pittsburgh y Explorador de National Geographic, señaló al mencionado medio que este es un descubrimiento "poco frecuente" y que "hay que celebrarlo cuando ocurre".
El dinosaurio, a pesar de estar representado solo por un esqueleto parcial, se encuentra entre los megaraptores más completos que se han encontrado hasta ahora. Localizar a uno de estos raros dinosaurios con una posible presa es algo totalmente inesperado.
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Así era una de las garras de este dinosaurio.
Estiman que el dinosaurio medía más de 7 metros de largo y pesaba más de una tonelada. Probablemente, atrapaba a sus presas con su hocico alargado y las arrebataba con sus robustos brazos, que tenían gigantescas y curvas garras.
Un descubrimiento con antecedentes
Pese a lo extraordinario del descubrimiento, lo cierto es que no es la primera vez que sucede. Los paleontólogos han visto esto antes, como en los tiranosaurios con gusto por los muslos y un mosasaurio con trozos de pescado en sus entrañas.
Estos dinosaurios han desconcertado a los paleontólogos desde que se nombró el género Megaraptor en 1998. Como su nombre indica, son más grandes que los llamados "raptores", como el Velociraptor, y los especialistas tienen la hipótesis de que eran parientes cercanos a los tiranosaurios.
"Los megaraptores son un misterio, principalmente porque la mayoría de sus fósiles están muy deteriorados", afirma Lamanna. Los fósiles están "lo suficientemente completos como para mostrarnos que estos extraordinarios dinosaurios depredadores existieron, aunque no lo suficiente para decirnos más sobre ellos", cerró.