Una piedra de medio kilo que vale más de 100 millones de dólares. Eso encontraron el año pasado en Botsuana cuando mineros dieron con Motswedi, el segundo diamante más grande conocido. Este descubrimiento cambió las reglas del juego en la industria de las gemas preciosas, y ahora la empresa belga HB Antwerp trabaja para determinar cuánto vale esta joya que podría terminar en un museo o en la colección de algún jeque.

Este hallazgo ocurrió en la mina Karowe, al noreste de Botsuana, el principal productor de diamantes de África. Con 2.488 quilates, Motswedi se convirtió en una de las piedras más valiosas extraídas del continente africano y representa un hito en la historia de la minería.

El descubrimiento que desafía toda valuación

"En este momento es muy difícil establecer un valor", explicó Margaux Donckier de HB Antwerp. Los expertos deben inspeccionar la piedra para determinar qué se puede obtener una vez pulida. Este proceso de análisis es crucial para establecer el precio final de la gema.

Lucara Diamond, dueña de la mina, se asoció con HB Antwerp para procesar piedras que superen los 10,8 quilates. Esta alianza ya funcionó con anteriores hallazgos en la misma mina de Botsuana.

diamante botswana
El descubrimiento marca la historia de las joyas debido a su magnitud.

El descubrimiento marca la historia de las joyas debido a su magnitud.

La firma exhibe el diamante junto a otras tres gemas encontradas en Karowe. Aunque es imposible valuar cada piedra por separado, el conjunto debería alcanzar al menos 100 millones de dólares según las estimaciones iniciales.

Donckier reveló que ya recibieron "muchísimo interés de todo el mundo" por Motswedi, incluso sin conocer su precio definitivo. Museos se comunicaron para exhibir la gema, aunque también podría terminar en manos privadas.

África domina el mercado mundial

Antes de Motswedi, el diamante más grande de Botsuana había sido Sewelo, de 1.758 quilates, extraído de Karowe en 2019. El récord absoluto sigue siendo el Cullinan, encontrado en Sudáfrica en 1905 con 3.106 quilates.

Del Cullinan se cortó la Estrella de África, parte de las joyas de la corona británica en la Torre de Londres. Botsuana se consolida como motor de la industria diamantífera africana, aprovechando sus recursos para impulsar la economía.

Nadie sabe dónde terminará Motswedi. "Podría terminar en un museo" por su tamaño excepcional, dijo Donckier, "o en manos de algún jeque que quiera agregarla a su colección". La decisión dependerá del precio final y las ofertas de compradores. HB Antwerp continúa el análisis en Amberes, centro mundial del comercio diamantífero.

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