Es prácticamente imposible cortar una cebolla sin llorar. Las redes sociales e internet están repletas de trucos que nos prometen evitarnos las lágrimas, pero no siempre funcionan.
Es prácticamente imposible cortar una cebolla sin llorar. Las redes sociales e internet están repletas de trucos que nos prometen evitarnos las lágrimas, pero no siempre funcionan.
En esta ocasión te traemos un truco que en verdad funciona, y con el cual dejarás de llorar cuando cortas cebolla. Solo necesitarás un cuchillo bien afilado, aceite y las cebollas a cortar.
Cuando abrimos y cortamos una cebolla (sin importar de qué tipo sea), la misma libera un gas, el cual es el causante de hacernos llorar.
Si pasás un poco de aceite en los costados de la hoja del cuchillo, formarás una capa que atrapará parte de ese gas que libera la cebolla y de esta forma evitarás la irritación en los ojos, lo cual deriva en lágrimas y ardor. Además, el corte de la cebolla es más limpio y rápido.
Por otro lado, la cebolla cortada ya quedará con un poco de aceite, y por lo tanto no tendrás que volver a gastar en este producto para colocar en la olla o sartén y freir la verdura.
En cuanto al tipo de aceite a usar, no importa si es común, de oliva, etc. Si quieres puedes ayudarte con un pincel de silicona para esparcir el aceite por los costados del cuchillo, pero también puedes hacerlo con una servilleta o con los dedos.
La cebolla tiene una molécula llamada trans-(+)-S-(1-propenil)-L-cisteina sulfóxido. Como explicamos previamente al comienzo de la nota, cuando cortamos la cebolla, las células de la misma se rompen y se libera la enzima alinasa, que reacciona con la molécula.
Esta reacción de la cebolla produce piruvato, amoniaco y syn-propanotial-S-óxido, es decir, un gas que irrita y provoca ardor en los ojos.