La cebolla es uno de los alimentos más versátiles de la cocina, ya que sirve como ingrediente para muchas recetas: pastel de papas, hamburguesas, ensaladas, tartas, salsas... En muchas de esas preparaciones, puede comerse cruda. ¿Cuáles son sus beneficios?
Consumir cebolla cruda tiene grandes beneficios para la salud, entre los que se destaca el rejuvenecimiento y la prevención de enfermedades cardíacas. Pero, a su vez, el consumo abusivo y sin ningún acompañamiento puede tener consecuencias en el organismo.
La Fundación Española de la Nutrición (FEN) destaca al potasio entre los componentes más importantes de la cebolla. Además, esta verdura tiene vitamina C, un antioxidante que neutraliza los radicales libres que afecan al cuerpo.
Según recientes investigaciones, es recomentable consumir cebolla cruda porque tras la cocción se pierden algunos compuestos. Al natural, ayuda a combatir el colesterol malo y retarda el envejecimiento prematuro.
La cebolla tiene un componente que puede acelerar la producción de insulina, la que a su vez ayuda a reducir los niveles de azúcar en sangre. Por eso, se trata de un alimento ideal para personas con diabetes.
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Otros de los beneficios de comer cebolla cruda son sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Además, puede prevenir problemas cardíacos como los coágulos, ya que facilita una mejor circulación sanguínea.
Popularmente se ha usado la cebolla para descongestionar o prevenir patologías como los resfriados y la gripe, por lo que ayuda a mejorar la salud en general.
Por todas estas razones, el consumo regular de esta verdura es parte de una alimentación saludable. Sin embargo, su consumo excesivo puede conducir a problemas de acidez estomacal. Antes de incluir alimentos a tu dieta, es importante consultar con tu nutricionista o gastroenterólogo.
