La línea original fue construida a principios del siglo XX para servir a la prisión de Ushuaia, los reclusos colocaron y operaron las vías para transportar madera, piedra y otros materiales desde los aserraderos y canteras hacia el presidio y la ciudad. Tras décadas de uso como vía de servicio y su posterior abandono en los años 50, la traza fue recuperada y recreada como ferrocarril turístico en la década de 1990.
Después de décadas fuera de servicio, el proyecto de recuperación reabrió el tramo como ferrocarril patrimonial en 1994, con locomotoras y coches que evocan el recorrido histórico y ofrecen audio-guías y paradas panorámicas para visitantes. Hoy la experiencia combina historia, patrimonio industrial y naturaleza.
tren del Fin del Mundo (1)
En el siglo XX, presos fueguinos realizaban el trayecto de esta “locomotora del fin del mundo” en búsqueda de materiales de construcción.
El paseo en este tren, cuya ruta es la más austral, dura alrededor de 50–60 minutos y recorre aproximadamente 7 km desde la Estación del Fin del Mundo (a unos 8 km al oeste de Ushuaia) hasta el interior del Parque Nacional Tierra del Fuego. En el trayecto se atraviesan bosques de lengas y ñires, zonas húmedas y miradores donde se explica la historia local y la flora autóctona. Es una opción muy popular para visitantes que buscan una actividad corta, con valor histórico y paisajístico.
Una voz en off que está disponible en distintos idiomas es la encargada de narrar vivencias de aquella época a todos los pasajeros. Grandes ventanales, que conservan detalles de aquella “vieja locomotora” a vapor, permiten viajar a 1910 y recordar el traslado de los presidiarios.
El valor del tren no solo está en su récord geográfico, sino en cómo conjuga historia, patrimonio y naturaleza en un paseo accesible: ideal para quienes viajan a Ushuaia y buscan comprender parte de su pasado mientras disfrutan del paisaje fueguino. Además, las salidas están pensadas para todo público y suelen ofrecer opciones en distintos idiomas en la audioguía.