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Construyen un avión que supera 5 veces la velocidad del sonido: un hipersónico reutilizable

No es aún un avión comercial ni un arma, pero sí algo igual de decisivo. Una prueba tangible de que el vuelo hipersónico ya no es un experimento aislado

Durante gran parte del siglo XX, la creación de aviones hipersónicos fue una frontera apenas tocada, un territorio donde la ingeniería avanzaba más rápido que la comprensión humana. Volar a más de cinco veces la velocidad del sonido implicaba aceptar lo efímero. Misiles desechables, pruebas únicas, vehículos que no regresaban.

Durante décadas, ese límite permaneció intacto, como una promesa inconclusa. Hoy, Estados Unidos vuelve a acercarse a ese borde con una novedad que cambia las reglas del juego, el regreso del vuelo hipersónico reutilizable. Te contamos todo sobre este avión.

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Construyen un avión que supera 5 veces la velocidad del sonido: un hipersónico reutilizable

El protagonista de este nuevo capítulo es el Talon-A2, un avión-cohete desarrollado por la empresa Stratolaunch. En marzo de 2025, el vehículo completó con éxito su segundo vuelo a velocidad hipersónica, superando Mach 5 y aterrizando de forma autónoma en la base aérea de Vandenberg, California.

Según la Agencia de Noticias Científicas era la confirmación de algo histórico. Por primera vez desde 1968, un avión de Estados Unidos cruzaba el umbral hipersónico y regresaba intacto. El Talon-A2 no es un prototipo de exhibición, sino una plataforma operativa pensada para volar, probar, aterrizar y volver a despegar.

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Como es este avión

Lo que distingue a este avión no es solo su velocidad, sino el conjunto de características que lo convierten en un punto de inflexión tecnológico:

  • El Talon-A2 supera Mach 5, entrando en una región donde el aire se comporta casi como un fluido sólido y el calor se convierte en el principal enemigo estructural.
  • No despega desde tierra. Es liberado en pleno vuelo desde Roc, el avión más grande del mundo, lo que reduce consumo de combustible y amplía la flexibilidad operativa.
  • Utiliza queroseno y oxígeno líquido, permitiendo aceleraciones extremas en pocos segundos y un control preciso durante la fase hipersónica.
  • A diferencia de misiles o cápsulas experimentales, el Talon-A2 aterriza en pista convencional y puede volver a volar, reduciendo costos y tiempos de prueba.
  • No lleva piloto. A esas velocidades, la automatización no es una opción, sino una necesidad.
  • Transporta sensores y cargas experimentales que se recuperan tras el aterrizaje, acelerando el desarrollo de tecnologías hipersónicas.

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