Jardinería

Cómo sembrar una planta de glicina en septiembre para que tu jardín se llene de perfume

Esta planta es famosa por sus inflorescencias colgantes en tonos lilas y blancos. Además, desprende un aroma fresco y dulce

Si buscas una planta trepadora resistente, colorida y fácil de cuidar, la glicina te conquistará en un abrir y cerrar de ojos. En este artículo te dejamos una guía para que aprendas sobre el cuidado de esta especie tan anhelada en el jardín, y cómo cultivarla en septiembre.

La glicina es una de las plantas trepadoras más especiales. No solo por sus racimos de flores que van desde el lila hacia el blanco o el azul, sino también porque desprenden un aroma agradable que se siente a metros de distancia.

La wisteria sinensis o glicina es una enredadera que usa sus ramas para trepar sobre otras plantas y las va enrollando. Es de rápido crecimiento, así que es ideal para armar un jardín exprés en casa.

flores de glicina
Wisteria sinensis es el nombre científico de la planta. Imagen: Freepik.

Wisteria sinensis es el nombre científico de la planta. Imagen: Freepik.

Cómo cultivar esta planta en septiembre

La mejor época para plantar una glicina es a principios de la primavera o a finales del otoño. Al plantar en primavera, después de la última helada, la planta tiene tiempo suficiente para enraizar antes del calor del verano. Esto le permite empezar a absorber luz y crecer.

Los expertos de Picture This recomiendan dirigirse a un vivero a comprar la planta de glicina ya establecida o injertada en lugar de cultivar a partir de semillas, ya que estas últimas pueden tardar años en florecer.

Lo más común es encontrar una glicina directamente en el sustrato del jardín, aunque también se puede cultivar en macetas. Si bien esta opción resulta ideal para terrazas, o patios donde no hay suelo disponible, lo ideal es elegir una parcela del jardín para que las raíces encuentren lugar para expandirse.

Glicinas
Las glicinas pueden trepar paredes y enredar sus ramas con otras plantas. Imagen: Paula García.

Las glicinas pueden trepar paredes y enredar sus ramas con otras plantas. Imagen: Paula García.

Además, es importante proporcionar estructuras de soporte resistentes, ya que en ocasiones, puede volverse pesada y dañar apoyos débiles. Otro de los puntos clave es asegurar exposición total al sol, ya que requiere bastante luz para desarrollarse. Puede vivir en semisombra, pero notarás que su floración es moderada.

Por último, las glicinas necesitan un suelo que retenga la humedad. Se debe realizar un riego profundo pero sin encharcar, en plantas jóvenes cada dos o tres días durante el primer verano, y para glicinas establecidas sólo durante períodos de sequía prolongados.

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