En la siguiente nota te enseñaremos a realizar en casa un té de lavanda delicioso, el cual no lleva químicos y además sirve para aliviar el estrés.
El primer paso para realizar este delicioso té de lavanda es tomar hojas, tallos y flores frescos de lavanda y cortarlos en trozos pequeños. Toma un filtro de café y cortalo por la mitad. Cierra el filtro de café de forma tal que te quede una especie de saquito de té. Puedes cerrar la bolsita con un trozo de hilo o cinta.
Las hojas y las flores de la lavanda perdurarán en la bolsita por hasta dos semanas. El paso siguiente será colocar la bolsita con las hojas y las flores de lavanda en una taza y llenarla con agua caliente. Deja reposar el saquito por un par de minutos y luego podrás disfrutarlo.
Te aconsejamos beber este té de lavanda solo, pero si sientes que su sabor es muy fuerte, lo mejor es endulzarlo con un poco de miel. Evita el azúcar y cualquier otro endulzante que sea artificial.
El té de lavanda cuenta con propiedades relajantes, y ayuda a calmar los nervios y reducir la ansiedad. Su distintivo aroma actúa sobre el sistema nervioso, induciendo una sensación de calma y bienestar, beneficioso para quienes experimentan problemas intestinales causados por el estrés y la tensión nerviosa.
Por otro lado se ha comprobado que inhalar los aromas de la lavanda desencadena procesos en el cerebro que reducen los niveles de ansiedad, mejorando el estado de ánimo y preparan el cuerpo para un descanso más profundo y reparador.