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Los cachorros de lobo terrible que nacieron recientemente por científicos.
Utilizando tecnología CRISPR, realizaron 20 modificaciones en 14 genes considerados responsables de las características distintivas del antiguo predador. Modificaron células de lobos grises para asemejarlas a las células fósiles, y los embriones resultantes fueron implantados en perros domésticos.
Philip Seddon, profesor de zoología, explicó que "los lobos terribles pertenecen a su propio género, son una especie muy diferente". Esta divergencia evolutiva contradice la narrativa de verdadera "desextinción" promovida por la empresa.
Implicaciones éticas y científicas del proyecto
Bridgett vonHoldt, profesora en Princeton que colabora con Colossal, afirmó que estos experimentos "vivirán en una reserva bajo cuidado humano". Advirtió que la salud de estos ejemplares será impredecible, como ocurre con otros animales clonados.
Nic Rawlence, investigador del Laboratorio de Paleogenética, declaró: "Lo que han producido es un lobo gris con características de lobo terrible. No es un lobo terrible desextinto, es un 'híbrido'".
David Mech, ecólogo de lobos en la Universidad de Minnesota, expresó dudas sobre posibles liberaciones futuras. "Cualquier introducción en la naturaleza tendría consecuencias legales negativas", explicó, cuestionando cómo encajarían en ecosistemas actuales.
El anuncio tampoco constituye la primera "desextinción" mundial. En 2003, científicos españoles clonaron una cabra montés extinta, aunque murió minutos después por un defecto pulmonar.
"Tenemos lobos modificados y quizás algún día tengamos elefantes alterados genéticamente, pero la extinción realmente es para siempre", concluyó Seddon, resumiendo el sentir científico frente a este avance.