Originalmente, el ambicioso plan alcanzaba unos 112.600 metros cuadrados. En una primera etapa se iba a llevar adelante un estacionamiento subterráneo de 3 niveles de 30.000 metros cuadros. Otros 40.000 metros cuadrados se iban a destinar a un centro comercial. El resto de la superficie la cubrirían con una torre de departamentos y oficinas que tendría en sus últimos pisos un lujoso hotel.
Pero esta segunda parte del proyecto nunca llegó a manos de la Municipalidad de Ciudad y, en 2014, cuando el entonces intendente Rodolfo Suarez visitó el lugar para anunciar el inicio de las obras la idea del hotel ya había sido descartada.
Durante la gestión de Francisco Pérez al frente del Ejecutivo de Mendoza, la firma intentó buscar financiamiento por parte del gobierno pero solo consiguió una declaratoria de interés. En ese momento, la excavación ya se había iniciado pero quedó paralizada.
Recién en 2015, y en medio de varias quejas, se hicieron tareas para reforzar la excavación y minimizar el riesgo en los edificios de la zona.
En 2018, la Municipalidad de Ciudad emplazó a la empresa para que avanzara con las obras. Allí se iniciaron conversaciones con el Ejecutivo a cargo de Alfredo Cornejo que culminaron con el otorgamiento de un Bono Final con el que la firma accedía a una reducción de impuestos provinciales "contra inversión".
Con este acuerdo, los desarrolladores se beneficiarían con $35 millones en bonos una vez que invirtiera $1.600 millones para la concreción de la primera etapa de construcción que implicaba los cimientos y los pisos de subsuelo. El tiempo estimado de la obra era de 18 a 24 meses y se creyó que estaría listo en septiembre del 2020 pero se debió postergar.
Por el momento, solo 8 locales comerciales estarán disponibles, todos cuentan con vista a calle San Martín pero estiman que aún restan dos años de tareas para el Plaza Maristas se acerque más al proyecto de un gran centro comercial.
Lugar histórico
En 1923 salió a remate el terreno ubicado en la calle San Martín al 861 de Ciudad, en ese momento, el centro urbano de Mendoza no cobijaba esta zona. Era una gran casona de 100 metros cuadrados de edificación.
Según la congregación de Maristas, el lugar había pertenecido al doctor Manuel Bermejo, hermano de Antonio Bermejo, el entonces presidente de la Suprema Corte de la Nación, y a su esposa Ana Molina. El matrimonio había fallecido y la propiedad había quedado disponible.
Siguiendo el relato de la comunidad religiosa: "Se pedían no menos de $136.000 que debían ser pagados al mes de firmar el contrato preliminar. En caja había sólo $2.000 en Letras de Tesorería. Con eso como base, ¿cómo se pretendía comprar la propiedad? Los recursos humanos fallaban, pero el titular del Colegio era San José y él debía salir por sus fueros. Se le invocó con confianza y, apoyados en su protección, se cometió el despropósito humano de firmar el contrato el 24 de setiembre de 1923".