En la noche del último miércoles, mientras los recolectores de residuos de Junín realizaban su trabajo, uno de ellos sufrió un profundo corte en una mano debido a que alguna familia vecina no había procedido con cuidado y había colocado vidrios rotos sin protección y junto al resto de los residuos. Un compañero de trabajo del herido posteó lo sucedido, acompañado con las imágenes, y el episodio se viralizó y produjo indignación por lo ocurrido y solidaridad con los trabajadores, transformándose en una campaña de concientización.