El turrón de almendras blando es una de las recetas emblemáticas de Navidad y Año Nuevo. Se trata de un clásico español de la región de Jijona que ha conquistado paladares de todo el mundo, especialmente durante las celebraciones de fin de año.
La receta tradicional del turrón de almendras tiene sus raíces en la Península Ibérica, mientras que la variante blanda es de Jijona y se obtiene moliendo almendras tostadas y mezclándolas con un almíbar denso de azúcar, ralladura de limón y canela.
El turrón de almendras blando se puede servir acompañado de café, aunque también marida bien con vinos dulces o brandy.
El turrón de almendras blando es una de las recetas originarias de España, ideal para el postre navideño.
Recetas: turrón de almendras blando para Navidad
Ingredientes:
- 1 kg de almendras peladas tostadas y molidas
- 1 kg de azúcar
- 1 l de agua
- Ralladura de un limón
- 1 cdta. de canela
Lo ideal es usar almendras de calidad, tostadas recientemente, para lograr un sabor intenso y riquísimo.
La cantidad de los ingredientes mencionados rinden para 8 porciones.
El turrón de almendras blando se prepara con solo 5 ingredientes y en minutos.
Cómo preparar la receta de turrón de almendras blando, paso a paso
- Primero, prepara un almíbar cocinando el azúcar y el agua en una olla pequeña. Deja hervir hasta que espese.
- A continuación, agrega la ralladura de limón y la canela al almíbar y mezcla bien.
- Reduce a fuego bajo e incorpora de a poco las almendras molidas, removiendo constantemente hasta obtener una pasta homogénea.
- Vierte la preparación en un molde rectangular y presiona bien para que no queden burbujas.
- Para terminar, deja reposar durante 5 horas en un lugar fresco. Pasado ese tiempo, desmolda con cuidado y sirve el turrón de almendras en porciones.
Es importante dejar reposar el turrón para obtener una textura blanda y tradicional. Esta receta es ideal para reversionar el clásico
"mantecol" de maní.
Cómo conservar el turrón de almendras para Navidad
El turrón de almendras se puede conservar durante dos semanas en un recipiente hermético a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco.
Otra opción es guardarlo en la heladera, pero debe atemperarse antes de servirse para recuperar su textura blanda.






