Los turdilli son un postre clásico de la repostería italiana que conquista por su sabor y por su forma única, muy similar a la de unos ñoquis dulces. Este tradicional bocado calabrés se prepara siguiendo recetas sencillas a base de harina, huevos y miel, lo que los convierte en una opción ideal para quienes buscan sabores auténticos y caseros.
Elaborar turdilli es más fácil de lo que parece: se fríen hasta quedar dorados y crujientes, y luego se bañan en miel tibia para lograr ese toque dulce que los caracteriza. Gracias a las recetas transmitidas de generación en generación en Calabria, hoy es posible disfrutar este delicioso postre y sumar un verdadero pedacito de Italia a tu mesa.
Los turdilli, conocidos como “ñoquis dulces”, son un postre calabrés que combina tradición, sabor y una textura crujiente irresistible.
Recetas: cómo preparar Turdilli, los ñoquis dulces italianos
Ingredientes:
- 500 g de harina 0000
- 2 huevos
- 100 ml de vino tinto (o vino dulce tipo marsala)
- 50 g de azúcar
- 60 ml de aceite de oliva
- 1 cdta. de ralladura de naranja
- 1 pizca de sal
- Aceite para freír
- 200 g de miel
- 2 cdas. de agua (opcional)
Preparados con una receta sencilla a base de harina, huevos y miel, los turdilli se fríen y se bañan en miel tibia para lograr su clásico toque dulce.
Cómo preparar la receta de Turdilli, el postre italiano parecido a los ñoquis
- Primero, en un bowl grande, mezcla la harina con el azúcar, la sal y la ralladura de naranja. Agrega los huevos, el aceite y el vino poco a poco.
- A continuación, amasa hasta lograr una masa suave y elástica. Déjala reposar durante 30 minutos, tapada.
- Pasado ese tiempo, forma cilindros finos, como los de los ñoquis, y córtalos en trocitos, Puedes pasarlos por un tenedor para darles forma ondulada.
- Luego, calienta el aceite en una sartén profunda y fríe los turdilli hasta que queden dorados. Escúrrelos sobre papel absorbente.
- Para terminar, calienta la miel con un chorrito de agua en una cacerola hasta que quede fluida. Incorpora los turdilli y mezcla suavemente para que se impregnen.
Listo, ya tienes unos exquisitos turdilli para la merienda. Sírvelos en una fuente, formando una pequeña montaña, y deja que se enfríen antes de disfrutar con un rico mate.






