El kéfir, conocido como “oro blanco”, es un alimento milenario lleno de probióticos que volvió a ganar protagonismo por sus beneficios para la salud digestiva e inmunológica. Investigaciones recientes en PubMed y BioMedCentral (BMC) lo describen como una matriz de microorganismos vivos, con hasta 60 cepas que interactúan con el sistema digestivo y metabólico, por lo que su consumo podría restaurar la flora intestinal y aliviar molestias digestivas.
Cómo preparar "Oro blanco": el superalimento probiótico que mejora la digestión y restaura la flora intestinal
Es un superalimento milenario que contiene probióticos, ayuda a mejorar la digestión y restaura la flora intestinal
Se elabora a partir de gránulos blancos y gelatinosos que contienen bacterias lácticas y levaduras en simbiosis. Durante la fermentación, transforman los azúcares en ácido láctico y compuestos bioactivos, dando origen a una bebida probiótica de alta concentración. “Es una comunidad de microorganismos que se benefician mutuamente”, explica César Casavola, presidente de la Sociedad Argentina de Médicos Nutricionistas (SAMENUT).
Su historia nace en el Cáucaso, donde los campesinos dejaban fermentar leche en odres de piel de cabra y descubrieron una bebida más estable y duradera. La llamaron kéfir, palabra turca que significa “sentirse bien”, una definición que hoy refleja a la perfección sus efectos sobre el bienestar.
Principales beneficios del kéfir, según la ciencia
- Equilibra la microbiota intestinal: el kéfir ayuda a restaurar el equilibrio microbiano del intestino, especialmente tras tratamientos con antibióticos o períodos de estrés. Favorece la presencia de especies beneficiosas como Lactobacillus y Bifidobacterium, inhibe bacterias patógenas y mejora la absorción de nutrientes como calcio y magnesio. Estudios recientes incluso señalan que puede reducir la disbiosis intestinal.
- Mejora la digestión: su acción probiótica regula el tránsito intestinal y alivia molestias como diarrea, estreñimiento o síndrome del intestino irritable. Además, la fermentación del kéfir genera enzimas que descomponen la lactosa, facilitando su digestión, y compuestos antiinflamatorios que refuerzan la barrera intestinal.
- Fortalece el sistema inmune: los péptidos y compuestos bioactivos producidos durante la fermentación estimulan la respuesta inmunitaria. Dado que alrededor del 70% de las células defensivas del cuerpo se encuentran en el intestino, mantener una microbiota equilibrada con kéfir puede contribuir a una mejor protección frente a infecciones.
Otros beneficios de consumir kéfir
Distintas investigaciones, principalmente in vitro y en animales, han vinculado el consumo regular de kéfir con diversos beneficios como:
- Mejor digestión y tolerancia a la lactosa
- Efecto antibacteriano
- Efecto hipocolesterolémico
- Control de la glucemia plasmática
- Efecto antihipertensivo
- Efecto antiinflamatorio
- Actividad antioxidante
- Actividad anticancerígena
- Actividad antialérgica
- Efectos cicatrizantes
Tipos de kéfir: el superalimento que mejora la digestión
Existen dos variedades principales de kéfir:
- Kéfir de leche: tiene un sabor ácido, es espumoso y similar al yogur. Aporta proteínas, vitaminas del grupo B, vitamina K2, calcio, fósforo y otros minerales esenciales.
- Kéfir de agua: es fermentado con azúcar, frutas y cultivos específicos. Tiene menor contenido proteico y calórico, pero conserva probióticos y metabolitos bioactivos.
Receta del kéfir: cómo preparar el superalimento probiótico
El paso a paso para preparar kéfir:
- Primero, coloca los gránulos en un frasco con leche animal o vegetal o con agua azucarada.
- Deja fermentar entre 24 y 48 horas a temperatura ambiente.
- Para terminar, cuela el líquido y guarda los gránulos para reutilizarlos. Puedes refrigerar la bebida antes de consumir.
Cuidados para preparar el kéfir:
Casavola recomienda esterilizar utensilios y recipientes antes de usarlos y evitar utensilios metálicos; usar por ingredientes de buena calidad y refrigerar y consumir dentro de los siete a 10 días.
Además, indica que hay que “tener una cocina limpia, higiene de manos correcta y dividir los productos crudos y cocidos en la heladera en donde se va a refrigerar”.
Cuánto Kéfir consumir por día
“Según evidencia científica, para obtener efectos beneficiosos en la microbiota intestinal y la salud general, una dosis de 100-200 ml diarios de kéfir es suficiente”, concluyó Sympson.
“La clave, para maximizar los efectos, está en la constancia, la calidad del kéfir (idealmente casero o con cultivos vivos) y una dieta equilibrada”.





