Cambio de opinión en California
Luego de aprobar la medida, los miembros del Consejo comenzaron a recibir correos electrónicos y mensajes con quejas de residentes que temen ser detenidos por su aspecto y rasgos culturales; lo que cambió drásticamente la situación.
Mientras que la mitad de la población de esa localidad de poco más de 100 mil habitantes es blanca, un 20% es latina y sobresalen también refugiados de Irak y Afganistán con Estatus de Protección Temporal (TPS); además hay comunidades africanas y asiáticas.
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Muro anti inmigrandes en California. Los carteles anuncian que las personas no deben detenerse en las inmediaciones del muro.
EFE/EPA/Caroline Brehman
Cuando comenzaron a registrarse las redadas, empezaron a realizarse protestas. Ante esto, los miembros del consejo modificaron la resolución con reconocimiento a la población local inmigrante, aunque aún no han dejado en claro si los policías locales colaborarán con los agentes del ICE.
"Por qué debo llevar conmigo mi certificado de nacimiento para ir a comprar comestibles", cuestionó una mujer. Paralelamente, un hombre preguntó si los regidores que aprobaron la resolución "consideraron que puede haber redadas de padres en escuelas elementales y preescolares".
El alcalde de California entre la espada y la pared
Mientras que los miembros del Consejo revisaron la resolución, el alcalde Wells advirtió que la administración de Donald Trump puede llevar a juicio a los funcionarios que se nieguen a colaborar con las detenciones de inmigrantes.
"Estamos entre la espada y la pared", exclamó el alcalde cuando la mayoría del cabildo decidió revisar la resolución en una audiencia pública.
Por su lado, la concejala Michelle Metzchel dijo en la reunión que había recibido más de 100 correos electrónicos que le impactaron: "Yo no quiero ser parte de esto; esto nos hace ver como racistas y yo no quiero ser parte. Había aprobado inicialmente la resolución, pero puedo ser una mujer adulta y puedo cambiar de parecer".
Es así que la medida fue rechazada con base a la Ley de Valores de California, que prohíbe a los funcionarios públicos y agentes del orden colaborar con autoridades de migración.
Yusef Miller, un dirigente musulmán en El Cajón, dijo que la resolución no tenía que ver con la seguridad ni el orden, sino que era "una muestra de racismo".