No será candidato a nada, no está en ninguna lista electoral. Por ley no puede volver a reelegirse y hay quienes aseguran que en el PJ mendocino no olvidan ni perdonan una foto que se sacó con Omar De Marchi, ahora candidato de La Unión Mendocina y hasta le facturan que no haya querido ser candidato a gobernador. Sin embargo, a Roberto Righi parece no preocuparle su futuro político. No habla de retirarse de la actividad política, porque internamente alberga alguna ilusión si Sergio Massa llega a convertirse en presidente.
Roberto Righi, el único intendente que gobernó 22 años y está a un mes de perder el poder
En poco menos de un mes, el lunes 4 de septiembre, cuando los lavallinos hayan votado al próximo intendente, lo más probable es que Righi experimente un vacío que desconoce, o que al menos no recuerda. Su teléfono irá dejando de sonar de a poco y su oficina ya no será la mas acudida. Lo más probable es que todos esos que antes lo llamaban o buscaban reunirse con él, ahora pidan el celular de su sucesor, que será quien gobierne los próximos 4 años.
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Igualmente, el intendente de Lavalle, que en noviembre cumplirá el récord de ser el único que gobernó una comuna durante 22 años ininterrumpidos, parece no temerle al hecho indiscutible de tener que regresar al trabajo agrícola y empresarial de su familia, que en Lavalle tienen viñedos, plantaciones de pistacho y ajo, un par de supermercados y una GNC en sociedad.
De todos modos no se resigna. Dice estar trabajando "para que Sergio Massa -con quien asegura tener línea directa- sea el próximo presidente y si eso sucede y el equipo entiende que puedo aportar desde algún lugar estaré. Eso se verá, yo no hago esto para tener un cargo en el Gobierno", retruca envalentonado.
Hay que decir, que muchos meses antes de que el Peronismo ahora devenido en Unión por la Patria decidiera ungir a Sergio Massa como el candidato presidencial de la unidad, Righi ya venía gestando reuniones y mostrando la cercanía que lo une de tiempo atrás con Gabriela Lizana, el brazo ejecutor y referente del Frente Renovador en Mendoza.
Por tanto no sería descabellado pensar que ese respaldo político, que Lizana necesitó para posicionarse dentro del ajetreado peronismo mendocino, se traduzca en algún cargo para Righi, si es que Massa llega a la Casa Rosada, pero como presidente.
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El único intendente que vio pasar 6 gobernadores
Roberto Righi heredó el poder en el 2001 cuando el entonces intendente, Carlos Masoero falleció en un accidente. Él era presidente del Concejo y sin esperarlo, de un día a otro, se convirtió en jefe comunal de Lavalle.
Pero supo capitalizar ese poder, ya que no sólo ganó las elecciones en el 2003, sino que también lo hizo en las 4 reelecciones que buscó: en 2007, 2011, 2015 y 2019.
Este cacique peronista también quedará en la historia política de Mendoza como el único que gobernó con 6 gobernadores distintos dos peronistas y cuatro radicales. Mientras él fue intendente de Lavalle por la Casa de Gobierno pasaron Roberto Iglesias, Julio Cobos, Celso Jaque, Francisco Pérez, Alfredo Cornejo y el saliente Rodolfo Suarez.
Pero ahora, él que tuvo el poder de influir en la vida de más de 32.000 vecinos de Lavalle, está a menos de un mes de perderlo.
El próximo 3 de septiembre, por primera vez en 22 años los lavallinos irán a las urnas y su cara no estará en ninguna boleta.
"Son etapas que se cumplen y hay que adaptarse. Haber sido intendente durante 22 años te da una experiencia de gestión que no te aporta ningún otro cargo. Para la gente puede que la figura del intendente sea algo similar a tener todo el poder, pero los que gestionamos sabemos que hay problemas de seguridad, de transporte, de salud, que nosotros no podemos resolver solos, aunque el vecino venga directo a vos y te los reclame. De todas maneras, en 22 años aprendés en qué ventanillas tenés que golpear para conseguir algo y en cuáles sólo perdés el tiempo", dice con un dejo de crítica indirecta sobre algunos reclamos a la gestión provincial que siguen sin ser escuchados.
Técnicamente dejará el sillón comunal el 9 de diciembre, pero en política se sabe que una vez que se eligió al sucesor, automáticamente el intendente saliente empieza a experimentar el síndrome del pato rengo, ese que evidentemente pierde capacidad de maniobra.
Es que por primera vez en este largo romance de 22 años, Righi recibió un cachetazo en las urnas de las PASO municipales de abril pasado. Su alfil, el senador provincial Gerardo Vaquer, perdió la interna con Edgardo González, y el sueño del lavallino de heredarle el poder a un soldado de su equipo no se cumplirá.
Ahora, tras esa derrota, debió firmar una forzosa y estratégica unión con el equipo del ganador Edgardo González, luego de hasta recibir denuncias de ese sector de querer dejar en planta permanente a dirigentes fieles a su gestión antes de abandonar la municipalidad.
Las decisiones que Righi no tomó y las que aún le facturan
Hasta escasas horas antes de las elecciones PASO provinciales de junio pasado, el nombre de Roberto Righi sonaba en varias de las fórmulas a la gobernación con las que fantaseaba el PJ mendocino. En esos bosquejos era el candidato a gobernador, pero también a vice de Emir Félix, o de Martín Hinojosa. Se dijo que hasta se reunió con un importante grupo de empresarios que le aseguraron que lo apoyarían si daba el paso y se candidateaba.
Sin embargo él no quiso. "No sentí que tuviéramos el volumen político para competir en serio. Sentí que no estábamos comprometidos al 100% para forjar una fórmula competitiva que se la jugara por completo para enfrentar a Alfredo Cornejo con la convicción de que se le puede ganar", reconoce, y a la vez, desliza una crítica a ese selecto grupo de intendentes y dirigentes que esquivaron la decisión de conformar esa fórmula.
En estos tiempos, en los que el Peronismo mendocino hará todo por mostrarse unido, tal y como lo exige el mismo Massa, nadie saldrá a facturarle públicamente que no se haya subido a una fórmula gubernamental, pero internamente son varios los que creen que si él y Emir Félix o Martín Aveiro hubiesen sido los candidatos, el PJ podría haber salido a la cancha electoral con otros bríos y con otros respaldos.
Pero esa foto no se dio y sus dos compañeros de aventuras, los intendentes Emir Félix y Martín Aveiro, que como él no podrán reelegirse en San Rafael y Tunuyán, delinearon sus propias estrategias electorales. Félix logró que su hermano Omar fuese el candidato más votado y por tanto, el que tiene más chances a sucederlo en la municipalidad.
Aveiro por su lado, primero fue candidato a concejal en la lista de su alfil Emir Andraos y logró el respaldo del votante tunuyanino en las PASO, y ahora encabeza la lista de precandidatos a diputados nacionales del PJ, un lugar que desde ya le asegura una banca en el Congreso por 4 años más.
"Cada uno hace su juego, yo entendí que si decidí no ser candidato a gobernador o vice, no es ético que reclamara ser diputado nacional. Yo soy de los que se meten en algo con la convicción de que voy a hacer todo por transformarlo. No me interesa un cargo por cobrar un sueldo", se diferenció Righi.
La foto en la que el PJ vio una traición
El 22 de mayo pasado , el histórico intendente lavallino posteó en sus redes una foto que hizo crujir las estructuras más tradicionales del Peronismo mendocino. Se mostró recorriendo Lavalle junto a Omar De Marchi, ya divorciado de Cambia Mendoza y liderando el nuevo frente de La Unión Mendocina.
La imagen, sumada a que De Marchi venía conquistando algunos peronistas que salieron a respaldarlo y luego se convirtieron en sus candidatos, como es el caso de Jorge Giménez en San Martín, hicieron que varios peronistas elucubraran también un acuerdo con el lavallino y salieran a quejarse de lo que catalogaron como traición. Para algunos pudo ser un detalle, pero días antes Righi había recibido a la fórmula peronista de Omar Parisi y Lucas Ilardo, pero no publicó esa foto.
“El que definió irse quiso acortar camino y buscar algún cargo”, apuntó en aquel momento Lucas Ilardo en referencia a Giménez y también a Diego Martínez Palau que lo siguieron a De Marchi, pero como una forma de retener al intendente lavallino lanzó: “Righi es peronista y va a votar al peronismo. Si vos te vas del peronismo y te vas con Macri, es difícil explicar que no es traición. Es una traición a los ideales”.
Pese a todo ese ruido político que generó la foto, aún hoy Righi le resta impacto
"De Marchi es diputado nacional y puede llegar a ser gobernador, si no me reúno con él como va a conocer los problemas que tenemos en Lavalle. El hecho de que haya dirigentes que se preocupen por una foto también habla de lo alejada que está la política de los problemas de la gente. A la gente no le importa si te sacas una foto con tal o cual, sino que le resolvamos los problemas de todos los días", refutó.
Y amplió: "yo no voy a pedirle permiso a nadie para sacarme una foto y voy a seguir reuniéndome con quienes creo que pueden traerle soluciones a los lavallinos. Estoy lejos de que me importe qué piensan otros, que están lejos de nuestra realidad".
Righi está a escasos días de ser el intendente saliente de Lavalle, y a 4 meses de despedirse del despacho de intendente, pero este dirigente que tomó las riendas de Lavalle con 29 años, y que esta por cumplir 51, parece haber capitalizado la experiencia como para no dejar la actividad política, o al menos como para no tirarla por la borda.










