Ciencia estatal

Radiografía del Conicet Mendoza: 790 empleados y 10 institutos, impacto social y autocrítica

Javier Milei puso a los científicos en el ojo de la tormenta al advertir que privatizaría el Conicet en caso de ser presidente. ¿Cómo funciona el CCT Mendoza? ¿Cuánto cobra un becario?

Son 28.539 las personas que hoy cobran un salario del Conicet, según los registros del Indec, sea de manera directa o de manera indirecta.

De ellos, 790 son los que, entre investigadores, becarios y administrativos, cumplen funciones en los 10 institutos o unidades ejecutoras del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Mendoza.

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La detección temprana del cáncer es uno de los logros del Conicet Mendoza.

La detección temprana del cáncer es uno de los logros del Conicet Mendoza.

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Cómo funciona el Conicet de Mendoza

El Centro Científico Tecnológico (CCT) Conicet Mendoza está constituído por diez institutos, algunos más nuevos y otros de hace 50 años. Están destinados primero a generar conocimiento científico y tecnológico y luego a transferirlo a la sociedad, sea a través del Estado o de empresas privadas.

Los institutos más antiguos son los más populosos en cuanto a investigadores y becarios y cuentan cada uno con más de 100 científicos actualmente. Hablamos por ejemplo del Iadiza, que estudia las zonas áridas; o el Ianiglia, que estudia la nivología, los glaciares y el ambiente.

También los que se dedican a ramas de la medicina como el Imbecu (Medicina y Biología Experimental) y el IHEM (Histología y embriología) tienen más de 100 contratados, entre investigadores, becarios y administrativos.

En cambio otros de reciente constitución, como el Instituto de Ingeniería y Ciencias aplicadas a la industria (ICAI), que es de 2019, no pasa de 16 empleados.

Los institutos de los que hablamos son:

  1. IANIGLA – Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales
  2. IBAM – Instituto de Biología Agrícola de Mendoza
  3. INCIHUSA – Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales
  4. IADIZA – Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas
  5. IHEM – Instituto de Histología y Embriología
  6. IMBECU – Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo
  7. INAHE – Instituto de Ambiente, Hábitat y Energía
  8. ICB – Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas
  9. IDEVEA – Instituto de Evolución, Ecología Histórica y Ambiente
  10. ICAI - Instituto de Ingeniería y Ciencias aplicadas a la industria

Todos ellos son de simple, doble o triple dependencia. Es decir, hay institutos que existen solo en el seno del CCT (Conicet Mendoza); hay otros que nacen en el Conicet pero coexisten en facultades donde tienen laboratorios, por ejemplo el Imbecu que tiene en la UnCuyo y en la Universidad de Mendoza; y hay terceros que tienen sede en el CCT, sedes periféricas en universidades y un necesario y dependiente vínculo con el Estado provincial.

En tanto que, por otro lado, hay investigadores del Conicet que desempeñan sus labores en otras instituciones como Universidades, INTA, etc.

Sí. Es una "telaraña", como dice Walter Manucha, doctor en Farmacia, especialista en Docencia Universitaria Farmacéutico Nacional y director del Imbecu.

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Walter Manucha, doctor en Farmacia, especialista en Docencia Universitaria Farmacéutico Nacional y director del Imbecu del Conicet Mendoza.

Walter Manucha, doctor en Farmacia, especialista en Docencia Universitaria Farmacéutico Nacional y director del Imbecu del Conicet Mendoza.

"Una telaraña que ha ido mejorando en la articulación". "Una telaraña que ha ido mejorando en la articulación".

Para la articulación y la transferencia del conocimiento a la sociedad, esa trama institucional no solo interactúa con el Estado nacional y el provincial, sino también con organizaciones privadas que reciben asesorías, servicios, e inclusive la producción de bienes.

"Después de muchos años en los que hubo una suerte de resistencia al ámbito privado y viceversa, ahora estamos trabajando y generando EBT, que son empresas de base tecnológica, con altísimo potencial económico para el sector socio-productivo. Al respecto, en general las empresas privadas buscan obtener un bien/servicio, pero no siempre están dispuestas a destinar fondos para la formación de recursos humanos altamente calificados, infraestructura o equipamiento de avanzada; por el contrario, requieren de manera urgente el prototipo terminado", explicó Manucha el funcionamiento práctico del Conicet.

Una de las actividades de CONICET está representada por los STAN o servicios tecnológicos de alto nivel. Específicamente, implica actividades científicas tecnológicas tales como ensayos, análisis, determinaciones, cursos y capacitaciones, asesorías y/o consultorías institucionales, entre otras. Las empresas privadas deben pagar por este servicio a los efectos de recuperar insumos, mano de obra calificada y amortización de equipamiento utilizado.

Pero claro, en la diversidad están la perfección y la riqueza. Y es por eso que no todas las publicaciones de becarios e investigadores del Conicet son a medida de los privados o del Gobierno provincial.

Cada director de laboratorio tiene líneas de investigación con financiamiento otorgado. Una vez aprobadas, realiza la convocatoria para incluir en su equipo investigadores nóveles y candidatos que buscan aplicar a la beca para hacer un doctorado o un postdoctorado.

"Hoy existe en general suficiente recurso humano pero un escaso recurso económico", explica Manucha.

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Cuánto cobra un becario en el Conicet Mendoza

Cuando se abren líneas de investigacion con financiamiento para ello, el director del laboratorio del que se trata realiza una convocatoria.

El primer paso al que puede acceder un candidato a investigación es a una beca para realizar un doctorado; luego - si es que aplica nuevamente- puede acceder a una beca para seguir un postdoctorado.

Para aplicar se evalúa el proyecto que presentan, el lugar de trabajo, quién dirige la propuesta y su rendimiento académico.

Durante esos años, que suelen ser entre cinco y ocho, el científico es primero evaluado anualmente y luego, si logra entrar a carrera, cada dos años.

En etapas de beca recibe un estipendio en forma de pago lo que implica la no relación de dependencia. Solo habiendo ingresado en la carrera del investigador científico (CIC), pasa a formar parte de la planta permanente -aunque sometido a evaluaciones periódicas-. Si fracasa dos veces en dichas evaluaciones sale automáticamente de sistema.

Con los aumentos de agosto, según los registros de la página web del Conicet Argentina, en Mendoza las becas iniciales están en $360.350,77 mientras que las becas postdoctorales son de $440.690,73.

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Una vez que terminan ese paso como becarios del Conicet, cuenta Manucha, nuestra fuente de consulta, es que esos becarios pueden pasar a trabajar en empresas privadas, industrias o continuar como investigadores en el centro.

En ocasiones, los científicos que han sido formados por entidades públicas eligen irse del país En ocasiones, los científicos que han sido formados por entidades públicas eligen irse del país

"Hoy son muy requeridos en el país y en el mundo. Pasa que en ocasiones eligen irse del país a trabajar en una farmacéutica, desarrollando nanofármacos para el tratamiento del cáncer cobrando tres o cuatro veces más de lo que podrían cobrar acá en el instituto", dice el director del Imbecu en parte con orgullo y en parte con algo de pena, por la exportación del conocimiento.

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¿Qué ha hecho el Conicet Mendoza por nosotros?

El compromiso que tiene el investigador o becario con el Conicet es realizar una publicación o, según el área, lograr una patente o un registro de propiedad intelectual.

No todas las investigaciones nos van a "cerrar" (N. del A.) pero, como dicen desde adentro, en la diversidad está la clave y los científicos se rigen por las líneas aportadas por su director.

En materias como ingeniería, ambiente, medicina o matriz productiva quizás encontramos resultados más palpables que en el caso de las ciencias humanísticas. Pero todas las áreas, cada una a su manera, tienen su vinculación y transferencia con distintos organismos del Gobierno provincial o con privados.

En Mendoza podemos hallar publicaciones sobre "Las experiencias del IFE y el ATP en Mendoza y el impacto de la pandemia" o una "Cartografía del pensamiento lesbo-feminista", realizadas por científicos del CCT. También podemos encontrar artículos de humor gráfico como "¿Por qué los humanos enterramos huesos y los perros los desentierran?" (aclaración: de autor no dependiente del Conicet), analizados durante una investigación sobre experiencias de autopublicación.

Publicaciones curiosas sí podemos encontrar por ejemplo en Buenos Aires. Allí, en los últimos días tomó relevancia en las redes sociales un texto del doctor en Letras Facundo Saxe titulado: "Historieta anal: cuando el cómic nos abre el culo (y nos gusta)" que fue usado a su favor por los detractores del Conicet.

Pero no podemos dejar de hacer un análisis profundo sobre los logros de nuestros científicos. Así, volviendo a Mendoza, uno de los mayores orgullos del Conicet es el conocimiento implicado y desarrollado por un grupo de investigadores del Imbecu que se volcó en la ley de prevención para la detección temprana del cáncer hereditario. La norma establece cobertura universal no solo para detectarlo sino también para tratarlo.

"La doctora Laura Vargas Roig investigó y demostró, entre otros a contadores de la OSEP, que lo que parecía muy caro (diagnóstico temprano y tratamiento temprano) resultaba a la larga una verdadera inversión en salud dado que tratar tardíamente a muchos pacientes con cáncer avanzado es realmente de altísimo costo económico y social", cuenta el doctor Manucha.

Y hoy su obsesión es el cáncer de mama.

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Doctora Laura Vargas Roig.

Doctora Laura Vargas Roig.

En Mendoza y otras provincias se elaboran y desarrollan cultivos de cannabis medicinal. En este sentido, los laboratorios del Conicet Mendoza también están abocados a su estudio profundo. De interés, dichas empresas requieren avales institucionales de rigor científico como lo presta Conicet.

Institutos como el Ianiglia o el Iadiza participan activamente de las audiencias públicas para la declaración de impacto ambiental de proyectos en Mendoza. El Iadiza, por ejemplo, llevó adelante el Inventario integrado de sistemas de humedales para su identificación y conservación.

Durante la pandemia por Covid 19, investigadores del Conicet realizaban diagnósticos por PCR y elaboraron alcohol en gel para ser entregado a los municipios.

Desde el Conicet se analizan las aguas de Mendoza para hallar contaminantes por microplásticos. "Se testean truchas y pejerreyes para Aysam", explican aunque también está la investigación a disposición de privados.

Esos microplásticos son uno de los contaminantes más preocupantes porque son partículas plásticas de tamaños menores a cinco milímetros que se desprenden de materiales de uso industrial o doméstico, como un lavarropas, por ejemplo.

Otro de los impactos visibles, en la sociedad y la economía mendocina, es el estudio y certificación de calidad que se realiza a los ajos de exportación. "Se los trata químicamente para que no broten en los contenedores durante el traslado", señalaron desde el Conicet.

En relación al ajo (Argentina es el segundo exportador del mundo después de China) "se está estudiando actualmente en Mendoza reutilizar la chala de las toneladas de ajo que se exportan (el descarte) para generar pectinas". Estas pectinas resultan de interés para ingrediente alimentario, farmacéutico, entre otros.

En medicina, está en investigación una alternativa para el tratamiento de la hipertensión. La nanoformulación posibilitaría controlar los valores tensionales con una toma cada 10 días.

También, junto al IBAM, se están estudiando los principios activos de las plántulas que son saludables para la población. "Ese alimento deshidratado normaliza la presión arterial. Ya estamos pensando en hacer intervenciones en pacientes. Sería un beneficio natural y muy accesible", sumó Manucha, que tiene en el instituto a su cargo esa investigación.

Por otro lado, dicho instituto tiene líneas de investigación en convenio con bodegas para investigar, por ejemplo, el impacto del cambio climático sobre la vitivinicultura, mejoramiento de la genética y su impacto en las exportaciones, entre otras actividades.

El mea culpa y los cambios que se piensan para el Conicet

La frase de Javier Milei puso a los científicos en el ojo de la tormenta pero también los obligó a salir de la zona de confort y enfrentar a la sociedad.

"Debemos reconocer que una de nuestras principales fallas es la comunicación con la sociedad", dijo a Diario UNO Walter Manucha. Y es cierto. Si bien la página del Conicet es una de las más completas y transparentes -si no la más- de los organismos del Estado, el argentino medio no tiene ni idea qué están haciendo los más de 25.000 científicos que reciben una paga estatal.

Otro de los puntos que está en estudio en el CCT Mendoza es la distribución de los 10 institutos dado que, hoy, varios de ellos repiten temáticas de investigación. Una reagrupación podría permitir amalgamar líneas y llegar a mejores resultados.

Desde adentro observan también detenidamente la federalización del Conicet. De esos miles y miles de investigadores y becarios que de manera directa o indirecta trabajan en el país, menos de 1.000 están en Mendoza.

Una alternativa, para hacer más eficiente al organismo es "federalizar las líneas de investigación" y en ese proceso se encuentra el Conicet con el Plan 2030.

El mismo consiste en descentralizar e inyectar líneas por región, por provincia que dediquen la investigación a lo que necesita el Gobierno en particular según su ATI (agenda territorial), es decir, sus temas de interés.

"Entonces el financiamiento y el ingreso de personal se da en áreas que se necesitan, por ejemplo, en Mendoza necesitamos matemáticos, simuladores de cambio climático, especialistas en agua, en cambios energéticos. Todos temas con proyección a nivel de impacto poblacional", explicó Manucha, que forma parte de la mesa chica del CCT Mendoza.

Puntualmente en Mendoza, las áreas críticas son cinco: energía, educación, agua, salud y economía de conocimiento.

En el CCT Conicet Mendoza lo saben y de ahí que este viernes, los directores de institutos mantuvieron una extensa reunión con representantes de las universidades para propiciar que desde el sector académico surjan especialistas que la Provincia demanda.

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