Ilusión, esperanza, temor. Todas esas sensaciones se entremezclan cuando se habla del proyecto de explotación de cobre para el que la minera San Jorge busca aprobación en Uspallata.
Ilusión, esperanza, temor. Todas esas sensaciones se entremezclan cuando se habla del proyecto de explotación de cobre para el que la minera San Jorge busca aprobación en Uspallata.
La audiencia pública está llegando a su fin. Este lunes, tras llamar virtualmente a quienes se anotaron pero no se presentaron, la Autoridad Minera dará por finalizada esta etapa, en la que se escucharon mayoría de expresiones a favor de PSJ Cobre Mendocino.
La desesperación por un empleo y el deseo de que muchos uspallatinos encuentren su futuro en el pueblo inclinaron la balanza hacia el sí en el escenario preparado en propiedad de la minera.
Las opiniones en contra se escucharon más bien abajo, en el centro de Uspallata, donde se levantó una especie de audiencia paralela, organizada por asociaciones ambientalistas y antimineras.
Algunas de estas expresiones se reprodujeron también en la audiencia formal y otras tantas serán vertidas bajo el formato de “adhesión”, es decir, por escrito, durante los próximos cinco días.
Las principales claves del proyecto fueron presentadas el primer día de audiencia, por el CEO de la minera, Fabián Gregorio.
San Jorge hizo fuerte hincapié en dos de los principales motivos que apuntalan el proyecto: la generación de empleo con prioridad de mano de obra local y la necesidad mundial de cobre para la transición energética.
Ese mismo día, profesionales de GT Ingeniería, la consultora que llevó adelante el informe de impacto ambiental que está en estudio, brindó los argumentos más técnicos.
Se enfocó, entre otros puntos, en el cuidado del recurso hídrico, en cómo serían utilizadas sustancias químicas permitidas por la Ley 7.722, en el diseño preventivo para evitar contaminación, en la mitigación de efectos secundarios como el polvo producto de las voladuras y en la reparación ambiental postcierre de la mina.
Los vecinos y empresarios hablaron tanto en la audiencia presencial como en la virtual y lo hicieron más bien con el corazón… con dolor por el presente de Uspallata, un pueblo que según sus palabras asoma como abandonado por el Estado, y con sueños y esperanza por un futuro mejor, que los encuentre con mejoras edilicias, en materia de educación, de salud y de empleo.
Creen, todos ellos, que con el andar de la minera San Jorge les llegará por fin su hora de progresar. Abogan también por controles ambientales pero confían en los estudios técnicos, en los avances tecnológicos y en la palabra de los profesionales que proyectaron PSJ Cobre Mendocino.
Fueron miles también los que se expresaron por el no a San Jorge en Uspallata. Con sus motivos, más o menos técnicos, más o menos fundados, vecinos y ambientalistas que no quieren que se desarrolle el proyecto PSJ Cobre Mendocino fueron dejando sus opiniones.
Pocos lo hicieron en la audiencia pública formal organizada por la Autoridad Minera. La mayoría eligió manifestarse en lo que se llamó audiencia del pueblo, un encuentro paralelo que se llevó a cabo en la iglesia de Uspallata el sábado 2 de agosto.
Otros, según confiaron a Diario UNO, vertieron sus opiniones por escrito para que sean incorporadas al expediente.
El temor por una posible contaminación y la desconfianza en los controles de la autoridad pública es lo que más los mueve.
Los planes de generación de empleo y el impacto económico que prevé tanto la minera San Jorge como el Gobierno de Mendoza no entusiasman a quienes están en contra del proyecto. “Cerca del 90% de los empleos será de media y alta calificación, muchos de los cuales no existen en Mendoza”, dicen. “Sólo quedarán los de baja calificación, con salarios más bajos”, agregan.
Y, por el contrario, creen, la llegada de la mina incrementaría el costo de vida de los uspallatinos y hasta podría generar un “colapso en los servicios públicos y habitacional”.
Si bien en la audiencia pública se plantearon argumentos amplios y más bien generales tanto a favor como en contra del proyecto minero PSJ Cobre Mendocino, Diario UNO fue a buscar cuáles son las principales dudas de los antimineros y cuáles son las proyecciones sobre esas temáticas puntuales que realiza la empresa.
En materia de empleo -sin dudas el principal punto que encontraron a favor los uspallatinos y empresarios que se manifestaron durante la audiencia pública- la minera San Jorge estimó la creación de 3.900 puestos durante la etapa de construcción y 2.400 durante la etapa de operación.
Respecto de ello, quienes no apoyan el proyecto hacen foco en que de manera directa sólo se generarán 1.000 empleos en la etapa de construcción (que dura entre 18 y 24 meses) y 380 en la etapa de operación.
Efectivamente ello es así, pero el número oficial es mayor porque a la hora de evaluar el derrame de una actividad o industria, se contabilizan los puestos de trabajo que también se generan de manera indirecta, a través de otros proveedores.
El informe de impacto ambiental (IIA) de PSJ Cobre Mendocino proporciona más datos sobre este punto:
Para que el uspallatino –y el mendocino en general- puedan estar a la altura de esos empleos de calidad que priorizará San Jorge, se ha capacitado a más de 450 personas en competencias técnicas y se ofrecen talleres, dijo en la audiencia el CEO del proyecto, Fabián Gregorio.
El informe agrega que la intención es armar un clúster de proveedores a través de la Municipalidad de Las Heras para priorizar la contratación de bienes y servicios locales.
Respecto del impacto social en la villa de Uspallata, durante la “audiencia paralela” se hizo mucho foco en la suba que podría tener el costo de vida en el pueblo. Eso y un posible colapso de servicios públicos –hasta de escuelas- y habitacional fue planteado entre los grandes temores del que vive y quiere seguir viviendo allí.
El informe ambiental analiza ese contexto socioeconómico, el crecimiento demográfico que podría provocar la minera y el potencial impacto que podría sufrir la población incluso en materia de servicios.
Anticipa, sí, un “incremento del índice de masculinidad” porque la mayoría de los puestos de trabajo durante la construcción de la mina serán para hombres.
En tanto, también podría darse una ampliación de la brecha social porque, se estima, que los nuevos habitantes de Uspallata tendrían ingresos superiores a los que generan otras actividades.
¿Puede haber un crecimiento poblacional repentino? Sí, también. Y es entonces cuando entra en juego la planificación territorial. Desde PSJ aseguran que se promoverá la integración entre comunidades locales y migrantes y que el crecimiento será acompañado del crecimiento de la oferta de servicios.
Quienes se manifestaron a favor de estos cambios, de hecho, resaltaron justamente que PSJ puede apuntalar las inversiones en ese sentido, incluso en materia de infraestructura de salud, otro de los puntos que fue –para mal- muy destacado durante la audiencia pública.
Creen que, gracias a la llegada de San Jorge, se contrarrestará la falta de inversiones públicas y privadas, la informalidad laboral y la falta de tributación.
El temor a la contaminación del agua es uno de los principales motivos que expresan los detractores de PSJ Cobre Mendocino. Temen, por ejemplo, que cualquier contaminación de las aguas subterráneas llegue al río Mendoza por la conexión entre las cuencas de Yalguaraz y Uspallata y, entonces, afecte a zonas pobladas y de cultivos.
“Ya sea por un incidente tecnológico o por el drenaje ácido de las rocas desechadas o las sustancias presentes en el relave o dique de colas”, puede llegar, expresan antimineros.
La consultora que realizó el informe de impacto ambiental se centró durante buena parte de su presentación en este punto. Saben que el agua en Mendoza es escasa y que su uso para cualquier tipo de actividad está siempre en la mira.
Explicaron que la principal fuente de agua para el proyecto PSJ Cobre Mendocino es el arroyo El Tigre, que cuenta con un caudal promedio de 314 l/s.
Aseguraron que su uso será responsable, que se utilizará dentro de un circuito cerrado y que se reutilizará el 80% sin afectar a otros usuarios.
“No existen otros usuarios ni posibles usos de esta fuente de agua (arroyo El Tigre) fuera de la Estancia Yalguaraz. La operación garantiza un manejo eficiente y controlado, sin afectar otras actividades productivas ni el consumo humano”, dicen desde la minera.
Y aseguran que no se comprometerá ni superficial ni subterráneamente el recurso hídrico. Para eso, ya se han realizado estudios de ingeniería y se han tomado medidas de protección.
En el informe detallaron, por ejemplo, la depositación de colas espesadas con bajo contenido de agua para reducir la infiltración, recuperación de agua del espesador de colas para reutilización (80% recuperado), canales para captar y conducir flujos de aguas pluviales no contactadas, y un sistema de subdrenaje para manejar filtraciones y monitorear la calidad de las aguas captadas.
Y respecto de la posibilidad de “que el frente de infiltración con sustancias y materiales transportados desde las colas espesadas llegue a tener contacto con la napa freática es nula”.
Cuando se habla de contaminación, también preocupa la atmosférica, con presunto daño a la salud por el uso de explosivos; y el impacto general de la minería en la flora, la fauna y el suelo.
PSJ Cobre Mendocino utilizará aditivos como el xantato de sodio, pero no las sustancias prohibidas por la Ley 7.722 como el cianuro, el ácido sulfúrico o el mercurio. Es decir que cumple con los requisitos de la normativa vigente en Mendoza.
La extracción del mineral será a cielo abierto –con voladuras- y el procesamiento para obtener concentrado de cobre con oro será a través de trituración, molienda y concentración por flotación, filtración y secado.
Todas estas actividades van a generar material particulado y emisiones gaseosas. Lo que resalta la empresa en su informe ambiental, y lo expresó la consultora GT Ingeniería en la audiencia pública, es que existe un plan de control del polvo que incluye área seca de la planta de procesos, cobertores en cintas transportadoras, y sistemas de supresión de polvo con neblina de agua pulverizada en los trituradores.
También habrá un aumento del nivel de ruido ambiental pero para ello la empresa también ha presentado un plan de mitigación.
Respecto de un potencial de Drenaje Ácido de Roca (DAR), el informe ambiental asegura que ni las pruebas realizadas en 2008 ni las últimas que se actualizaron en 2024 indicaron la existencia de un riesgo alto de ser generadoras de drenaje ácido.
Que el único ingreso posible de agua al tajo (área de explotación) será a través de fracturas locales, y este ingreso será restringido mediante la inyección de productos de consolidación para sellar fisuras.
Pero que, de todas maneras, se implementará un plan avanzado de estudio de la potencialidad de generar ácido de los materiales, para validar la alternativa de un depósito de colas sin proyecto de impermeabilización. Y que, si así y todo la autoridad se lo pide, se aplicará un proyecto de impermeabilización con una membrana bituminosa o similar.
“Las propias colas espesadas, compactadas por el tránsito de equipos, constituirán una barrera adicional de baja permeabilidad”, dicen desde la minera San Jorge.
Respecto del impacto en la flora y la fauna nativa que preocupa a quienes están en contra del proyecto minero, el informe ambiental identificó impactos, algunos de ellos irreversibles. Pero para compensar las pérdidas propuso replicar, plantar y relocalizar ejemplares de flora y fauna en zonas cercanas.
De un lado y del otro parece difícil encontrar un punto medio. La Autoridad Minera analizará las posturas a favor y en contra, incluso las que lleguen en forma de adhesiones por escrito, pero ninguna de ellas le resultará vinculante a la hora de tomar la decisión final.
Contestará solicitudes a cada uno de los oradores y, tras ello, mediante una resolución conjunta de las direcciones de Minería y Fiscalización Ambiental, le dirá que sí o que no al proyecto PSJ Cobre Mendocino. Si se inclina por el sí, con o sin condiciones, San Jorge habrá logrado la Declaración de Impacto Ambiental y con ella irá a la Legislatura a pelear por la ratificación que le permita operar.
La etapa administrativa podría estar lista a fines de septiembre; sin embargo, diputados y senadores estiman que el proyecto -en caso de ser aprobado- no les llegará antes de las elecciones del 26 de octubre para que el tema minero no se cuele en la campaña.