La UCR mendocina encaró el cierre de listas para la renovación de autoridades con una postal casi perfecta de unidad. El armado provincial se ordenó detrás de una lista de consenso que propone la continuidad de Andrés “Peti” Lombardi como presidente del partido y de Beatriz Mohr, del petrismo, en la vicepresidencia. En prácticamente todos los departamentos se alcanzaron acuerdos que evitaron competencias internas.
Pero donde el consenso no se logró fue en Guaymallén. Si bien en el armado de listas para las elecciones 2027 el radicalismo guaymallino fue unido, para la elección de autoridades partidarias se dividieron dos sectores: el sector que responde al intendente Marcos Calvente, con la lista oficialista; y el que responde al ex intendente Marcelino Iglesias, que presentó la lista Adelante radicales.
La lista Adelante radicales se presentó para competir en la interna de la UCR frente a la lista del oficialismo, liderado en Guaymallén por Marcos Calvente.
Guaymallén, el frente interno de la UCR que no se ordena
El concejal Miqueas Burgoa -el de la polémica por el control de alcoholemia positivo- presentó la lista Adelante radicales en representación del sector de Iglesias. Se trata de una construcción que se define como alfonsinista y que busca disputarle espacio al armado de Calvente.
Pero la concreción de la interna no está 100% confirmada. Aún hay tiempo para que cualquiera de las listas sea impugnada y, en definitiva, si eso sucediera, la última palabra la tendría la Junta Electoral de la UCR.
Alineamiento interno del cornejismo y el petrismo
Mientras en Guaymallén se busca que haya internas, a nivel provincial la conducción llegó a un alineamiento bajo el mando de Andrés Lombardi y con presencia del petrismo.
El gobernador Alfredo Cornejo y el actual ministro de Defensa y diputado electo Luis Petri: los dos sectores más fuertes dentro del radicalismo local.
Después de algunos cimbronazos poselectorales que pusieron en jaque la unidad, tanto el sector cornejista como el sector petrista -los dos más importantes de la UCR y los que se dividen el poder local- pudieron hacer "causa común" y al menos consensuar una lista común.





