Elecciones 2025

La incógnita del voto joven, una generación que nadie logra descifrar

Entre la desconfianza, la rebeldía y la necesidad de futuro, el voto de quienes tienen entre 16 y 29 años sigue siendo un misterio en las elecciones

Muchos crecieron viendo crisis sucesivas, promesas incumplidas y caras de la política que se repetían a lo largo de los años. Otros lo hicieron advirtiendo el ascenso social de sus padres. Hoy, tienen entre 16 y 29 y están en la franja etaria del que se denomina “voto joven”, ese que en estas elecciones 2025 puede ser clave.

Dentro de ella, se encuentra el segmento de los “no obligados”, es decir, aquellos que cumplieron 16 o 17 años y que tienen derecho a votar gracias a la Ley 26.774 del 2012, pero no se transforman en infractores si deciden no hacerlo.

Solo en Mendoza, ese grupo está compuesto por 50.681 personas -3,4% del padrón electoral-. A nivel nacional, equivale a 1.153.128 electores, el 3,16% del total de habilitados.

Elecciones 2025 voto joven
En Mendoza, el grupo que engloba el voto joven está compuesto por 50.681 personas, lo que representa el 3,4% del padrón electoral.

En Mendoza, el grupo que engloba el voto joven está compuesto por 50.681 personas, lo que representa el 3,4% del padrón electoral.

La intención de voto de los jóvenes mendocinos, según el último estudio de la consultora Reale Dalla Torre, alcanza el 78%, superando la media de la provincia. Sin embargo, en el día a día de la campaña, las agrupaciones y partidos políticos no ven tanto entusiasmo y son menos optimistas respecto de la concurrencia.

¿Qué hay detrás del voto joven? Con qué se referencian y cómo construyen su decisión ante una elección. Eso intentaremos desandar en esta nota.

La construcción del voto joven para las elecciones 2025

“A los jóvenes no les interesa la política”. Un informe de CIPPEC y Unicef sobre los 10 años del voto joven concluye que esa frase no es tan cierta: los jóvenes tienen interés en cuestiones políticas, pero no en las formas tradicionales de la política y mucho menos en la dirigencia.

Para la elaboración de esta nota charlamos con referentes de diferentes espacios y agrupaciones de Mendoza; jóvenes de diferentes edades que sí se “metieron en política” y que, desde ese lugar, analizan el comportamiento de sus pares.

Todos, peronistas, radicales y mileístas, coinciden en que hoy, los más jóvenes -una franja amplia que puede ir desde los 14 años hasta los veintilargos- se enfocan en problemáticas concretas, muchas de ellas polémicas, y buscan soluciones. En general, son más pragmáticos que dogmáticos. Militan causas, temáticas particulares y, no les importa tanto quién lo resuelva, sino que lo haga.

El informe de CIPPEC y Unicef respalda esa teoría. Más de la mitad de los miembros del segmento joven manifestó haber realizado alguna actividad relacionada con la política en el último año: campañas solidarias, voluntariados, integrar un centro de estudiantes, militar en alguna agrupación o expresarse en redes sociales.

Voto joven elecciones 2025
Peronistas, radicales y mileístas coinciden en que los más jóvenes se enfocan en problemáticas concretas y buscan soluciones.

Peronistas, radicales y mileístas coinciden en que los más jóvenes se enfocan en problemáticas concretas y buscan soluciones.

Les interesan temas concretos, pero que generan amores y odios: universidad pública o arancelada, género, ambiente, discriminación. Algunos se agotaron de la cultura de la cancelación, otros se ponen la remera de la agenda woke. Polarizan pero participan.

Ahora bien... ¿Se traduce esa participación política, partidaria o apartidaria, en una participación electoral? Eso está por verse.

No hay una relación directa entre el interés en cuestiones políticas y el ir a votar. Y así como se advierte ese atractivo en la búsqueda de respuestas –en lo posible, rápidas-, también es palpable la apatía y el desencanto en la política tradicional y en las dirigencias, actuales o pasadas, según el caso.

“No te escuchan más de 15 segundos”. “Para atraer a los jóvenes no va más el puerta a puerta, sino el reel”. “Se informan por Tik Tok e Instagram; y los más políticos por X y streamings”. “No se fijan tanto de qué partido sos, sino qué les podés solucionar ahora”. “Necesitan que les respondas”. "Ya no basta con que los escuchen, quieren tomar decisiones".

Esas son algunas de las conclusiones que jóvenes partidarios reflejaron sobre sus pares. Y de ahí la incógnita del voto joven que carcome a la mayoría de los dirigentes políticos, muchos ya cincuentones.

La rebeldía y el voto joven

Buscando atraer el voto cada uno para su lado, todos apuntan a la rebeldía del elector joven, a su naturaleza, a que sea disruptivo, a que rompa, a que grite y se exprese por lo que quiere o en contra de lo que no quiere.

La última figura que logró capitalizar esa esencia fue Javier Milei. Antes, lo había hecho Néstor Kirchner.

El mileísta sabe que esa rebeldía se notó en el 2023, quiere que sus votantes no se duerman en los laureles y cree que el golpazo que el oficialismo nacional recibió en las elecciones bonaerenses puede servir como impulso para que los jóvenes que los eligen vayan a votar este domingo.

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Una protesta de estudiantes de la UNCuyo en defensa de la educación pública.

Una protesta de estudiantes de la UNCuyo en defensa de la educación pública.

El que no lo es busca convencer al otro joven rebelde, al que está enojado y descontento, al que está descreído y decepcionado. Que sea ese el que saque su naturaleza de juventud y se exprese en las urnas.

Las consultoras proyectan que esa rebeldía se notará en la asistencia este domingo en Mendoza a pesar de la apatía generalizada. Lo que es una incógnita, a pesar de lo que mandan las encuestas, es hacia dónde inclinará la balanza en las elecciones 2025.

Cinco claves para entender el voto joven sin encuestas

1. Desencanto con las estructuras tradicionales

Muchos crecieron escuchando quejas de abuelos y padres, no solo respecto de una situación social y económica, sino también respecto de los personajes de la política.

Eso genera una distancia emocional con la estructura tradicional: no se identifican con los partidos ni con los discursos ideológicos clásicos.

Tienden a votar a quien rompa con esa estructura o a no votar.

2. La política como experiencia, no como ideología

Les importa el ahora y las soluciones inmediatas.

Los jóvenes se movilizan ante causas específicas (ambiente, género, libertad) pero no necesariamente participan electoralmente.

Conectan con figuras o mensajes disruptivos, más allá de a qué ideología o fuerza política representen.

3. Redes e influencers

La información y la conversación política se da en Tik Tok, Instagram y X. También en canales de streaming. El lenguaje no es el tradicional. Es polémico, irónico y disparador de debate.

4. Apatía generacional

Buscan el ya, el ahora y las soluciones a largo plazo no asoman como posibles.

A muchos les cuesta creer en el ascenso social progresivo y eso los hace más permeables a discursos que prometen cambios bruscos y rápidos; aunque, a su vez, "no se casan con nadie".

De ahí la búsqueda de agrupaciones por conectar con ellos y fidelizarlos con estilos marcados y atractivos.

5. ¿El voto sirve?

Esa es la gran duda de los jóvenes. Lo que desde las fuerzas políticas buscan en la previa de las elecciones 2025 es convencerlos de que sí.

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