José Pilo Bordón
José Octavio Bordón junto a la periodista Carina Scandura, de Radio Nihuil.
Entrevistado por la periodista Carina Scandura para el programa "En primera persona" de radio Nihuil, el también ex legislador y embajador argentino en Chile consideró que "especialmente con la híper no buscamos echar culpas al gobierno nacional ni provincial, ni a sectores de la producción, sino apelar al diálogo y a que cada cual asumiera su responsabilidad".
La gestión de Gobierno
En la gestión de Gobierno, como en la vida misma, surgen imponderables que obligan a un golpe de timón. Afrontar la pandemia es el ejemplo más reciente.
"Al gobernar siempre hay cosas que no se pueden prever, pero en la medida de lo posible hay que organizarse. Lo mismo hicimos con el presupuesto cuando llegó la crisis con apoyo de la Legislatura: quitamos gastos cercanos a la gestión del gobernador y ministros para priorizar la educación y alimentación de los niños", esgrimió Bordón.
Su administración convivió 2 años con el comienzo de la década menemista, pero la relación con Carlos Menem no terminó de la mejor manera.
José Octavio Bordón y Carlos Menem
Según reseñó "no fue una ruptura personal. Nos conocíamos desde 1973; Perón me nombró director general de la presidencia y empecé a viajar a las provincias siendo el gobernador de La Rioja. Cuando fue presidente me ofreció varios desafíos como nadie en mi vida política".
Del repaso surge la propuesta de ser candidato a vicepresidente de la Nación para lo que fue la primera elección de Menem en 1989. Oferta que declinó "porque le expliqué que prefería seguir como gobernador de Mendoza".
Luego vendría la de ser canciller del gobierno argentino. No una, sino dos veces, volvió a rechazarlo. Y admitió que pudo haber sido ministro de Obras Públicas, pero diferencias en la formación del equipo lo alejaron del gabinete.
"Seguí colaborando con él como gobernador. Pero luego, como senador nacional, empecé a tener diferencias", dijo, quien también fue embajador en Estados Unidos durante el gobierno de Néstor Kirchner.
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El Pilo Bordón durante la entrevista en Grupo América Cuyo para Radio Nihuil.
Justicia y transformación del Estado
Justamente esas diferencias, según Bordón, radicaron en el manejo de la Justicia. Sobre todo la conformación de la Suprema Corte de Justicia, más tarde públicamente conocida como "la Corte menemista".
La ola privatizadora que finalmente impuso Menem en su gobierno fue el segundo punto del que tomó distancias.
Según Bordón "no me oponía a la transformación del Estado sino a cómo algunas privatizaciones se hicieron sin transparencia. Otras, como la del sistema eléctrico, se hicieron bien y aprovechamos esos cambios importantes".
Incluso la reforma de la Constitución para favorecer la reelección presidencial en aquel momento terminaron de alejarlo ideológicamente. Más tarde formaría un nuevo partido, PAIS, "con bases justicialistas e ideas republicanas" y renunciaría a su banca de senador "por hartazgo" antes de ser candidato a presidente con un buen resultado en las urnas, que no alcanzó.
-¿Se quedó con ganas de ser presidente de la Nación?
-No, me quedé con la frustración de creer lo que la gente decía: "No estaríamos como estamos si usted hubiera sido el presidente", a lo que yo contestaba "nunca se sabe cómo le va a ir a uno".
Javier Milei según Bordón
-¿Cómo ve a este gobierno?
-No hay dudas sobre la transparencia en origen y manejo de los recursos. Lamentablemente con Menem hubo muchas dudas y confirmaciones. Pese a eso, y a que era capaz de no respetar reglas de juego cuando se proponía algo, siempre fue amable. Lamentablemente Milei busca fortalecer un conflicto con el justicialismo, y sobre todo con Cristina, y es agresivo hasta con quienes no están tan lejos de él.
Tampoco quiere que no haya nada en el medio y estoy en contra de eso. Entiendo que recibió una situación grave, que está haciendo cosas que dijo que iba a hacer. Por los resultados entiendo que ha cumplido, pero también hay costos: no hay una política pública de educación ni de salud que permita el diálogo, tampoco con las provincias.
-Da la sensación de que tampoco la tiene acerca del desempleo y la pobreza ...
-Además, le falta de empatía con un sector de la sociedad. Todo lo explica basándose en datos, pero no está próximo reconociendo la angustia. Cuando nos tocó hacer transformaciones, nunca me olvidé que durante las dos híper los problemas para la gente seguían.
Creo que, sin orden, se mantiene todavía con la esperanza, producto de que desde 1975 venimos, con subas y bajas, hacia abajo. Las caídas de cada gobierno fueron más profundas, y esto hace a la decadencia de esta Argentina con 50% de pobreza que golpea sobre todo a los más jóvenes. La culpa también es de la oposición por la falta de diálogo.
El gobierno debe escuchar, y no considerar enemigos a los que no coincidan con él. Eso no es debilidad.