Los que se oponen a ese punto interpretan que se trata de un remake de las "listas sábana", ya que haría de la votación un acto automático. Por el contrario, sus defensores opinan que la opción de elegir la lista completa "es una libertad más que se le da al ciudadano".
Y si bien al principio se oyeron fuertes críticas a ese aspecto del proyecto, con el correr de los días parecen haber amainado. El PRO, junto a algunos sectores académicos y empresariales, sigue sosteniendo en que el casillero de "voto a la lista completa" debe quitarse. Otros dejaron de insistir.
En efecto, el oficialismo considera que es un modelo válido e incluso planea -a través de figuras como la senadora nacional Mariana Juri- proponerlo para su uso a nivel nacional.
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El senador provincial Diego Costarelli (UCR) muestra un posible modelo de Boleta Única en el que se ve cómo sería el papel en caso de que se presentara una gran cantidad de candidatos.
Fotos y celulares: otra discusión en la Legislatura de Mendoza
Otro aspecto en el que centraron las discusiones son las fotos. Si se intentara poner una imagen por candidato, la boleta terminaría siendo un papiro inmanejable.
Por ende, habría acuerdo en que cada fuerza política ubique una sola foto: la de su candidato más importante.
Por ejemplo: en las papeletas de las últimas elecciones para gobernador figurarían Rodolfo Suarez (Cambia Mendoza), Anabel Fernández Sagasti (Frente de Todos), José Luis Ramón (Protectora) y Noelia Barbeito (Frente de Izquierda y los Trabajadores). Los demás candidatos figurarían sólo con su nombre.
Y la modificación del sistema con que se vota implica también tener en cuenta los cambios tecnológicos que se han vivido en los últimos años. Por eso otra de las discusiones recientes tuvo que ver con la posibilidad -o no- de ingresar al cuarto oscuro con teléfonos celulares.
¿Por qué? Porque se teme que los votantes se saquen fotos con las boletas marcadas con el objetivo de "informar" a eventuales punteros políticos cuál ha sido su voto. Un claro acto de clientelismo.
Obviamente, nada impediría que estas personas después descarten ese voto fotografiado, agarren otra boleta y la marquen de otro modo. Sea como sea -y según anticipó el periodista Julián Imazio en Diario UNO- ya habría acuerdo entre los sectores mayoritarios para que los mendocinos tengan que dejar su teléfono con el presidente de mesa cuando ingresan a votar.
Hay otras críticas. Se dice, por ejemplo, que la acumulación de datos en una hoja relativamente chica hará que los votantes muy mayores o cortos de vista tengan problemas para expresar su voluntad electoral, porque "no se ve lo que se elige".
En la vereda de enfrente, los apologistas argumentan que se ahorrarán miles de pesos -y de árboles- si se reemplaza al engorroso papelerío del sistema actual por el de Boleta Única.
Comoquiera que la oposición intente plantarse frente a los temas con los que no está de acuerdo, lo cierto es que el oficialismo tiene -al menos en los números- la posibilidad de definir el despacho de mayoría con comodidad, pasar al recinto y aprobar el proyecto.