Los primeros seis aviones de combate F 16 adquiridos por la Argentina llegaron a la ciudad cordobesa de Río Cuarto, en un paso clave en el proceso de modernización de las capacidades aéreas del país y de profundización de la cooperación en defensa con los Estados Unidos. Llegarán 6 cada año hasta completar 24
La ceremonia oficial fue encabezada por el presidente Javier Milei y el ministro de Defensa, Luis Petri, con la participación del embajador estadounidense Peter Lamelas y oficiales de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
Estados Unidos respaldó a la Argentina durante todo el proceso de adquisición, al aprobar la transferencia de los cazas desde Dinamarca y al proporcionar 40 millones de dólares en Financiamiento Militar Extranjero, como parte del pago inicial del paquete de Ventas Militares al Extranjero, valuado en 560 millones de dólares.
Capacitación y mantenimiento de los aviones
El paquete incluye no solo la transferencia de las aeronaves, sino también capacitación, mantenimiento y apoyo técnico a largo plazo, con una parte del financiamiento asumido por el Estado argentino.
Los aviones operarán inicialmente en Río Cuarto y serán trasladados posteriormente a su base definitiva en la ciudad bonaerense de Tandil.
La entrega forma parte de un plan escalonado que contempla la llegada de seis aeronaves por año hasta completar las 24 previstas en diciembre de 2028.
Con la incorporación de los F-16, se busca fortalecer la defensa aérea nacional y mejorar la interoperabilidad con Estados Unidos y otros socios de la OTAN, en el marco de un compromiso de largo plazo en materia de defensa bilateral.
La llegada de estos aviones a la Argentina fue el resultado de una operación logística compleja que se inició el 28 de noviembre en la base de Vojens, Dinamarca. La flota, compuesta por cuatro biplazas y dos monoplazas, realizó escalas técnicas en Zaragoza, España, y en las Islas Canarias antes de cruzar el Atlántico. Para el tramo final hacia Natal, Brasil, y su ingreso a territorio argentino, contó con el apoyo de aviones KC-135 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, marcando un despliegue estratégico que anticipa la futura operación con pilotos locales prevista para enero de 2026.
Las máquinas están equipadas con misiles aire AIM-120 AMRAAM (en su versión de 120 kilómetros de alcance) y el AIM-9M Sidewinder, de corto alcance.
También contarán estos aviones con el misil aire-superficie AGM-65 Maverick, bombas guiadas GBU-31 y GBU-10/12 y bombas de planeo GBU-39, misiles aire-superficie AGM-88 HARM. Todos de fabricación norteamericana.


