Mendoza no tendrá stand propio en la Feria del Libro de Buenos Aires (FILBA) 2024 que abre sus puertas este jueves, debido a que el gobierno provincial consideró que no estaban dadas las condiciones para destinar los 297 millones de pesos que -de acuerdo a fuentes oficiales- habría costado esa presencia.

Se trata de una situación atípica, pero que armoniza con el ajuste del gasto público propiciado por la Provincia en sintonía con la era Milei. Por lo demás, este medio intentó acceder al desglose de ese gasto calculado, pero aún no obtuvo respuesta.

En tiempos recientes, sólo había ocurrido algo similar en 2016, y no por cuestiones presupuestarias sino por falta de coordinación administrativa entre el saliente gobierno de Paco Pérez y la primera administración de Alfredo Cornejo.

Ahora la ausencia mendocina en la feria tendrá un segundo capítulo, ante una coyuntura económica y social muy distinta a la de entonces.

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Uno de los stands que tuvo Mendoza en los últimos años.

Uno de los stands que tuvo Mendoza en los últimos años.

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La FILBA y los escritores de provincia

Los que escriben por estas tierras saben que para publicar -si no se tiene la fortuna de conquistar al jurado de algún concurso- hay que hacer de todo. Solitario de toda soledad, el autor redacta, edita, diseña, imprime y a veces hasta encuaderna, distribuye, promociona, vende. Todo.

Otro tanto les pasa a las editoriales cuyanas, que salen a batirse con heroísmo -y en cancha inclinada- contra multinacionales que saturan la plaza de títulos centrados en personajes mediáticos e influencers.

Hasta ahora, cuando el escritor o el editor terminaba ese arduo proceso, existía la posibilidad de ir a la FILBA -catalogada como uno de los eventos culturales más importantes de Latinoamérica- y proclamar al menos que el Oeste también existe; que acá también se expresan cosas.

A pesar de que no se disponga ni por asomo del aparato promocional que tienen los tanques, la Feria implica visibilizar a la provincia y sus narrativas.

Ese era uno de los valores que encontraban los autores locales en el evento. Sin embargo, como se verá a continuación, el debate no se agota ahí.

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Una presentación en el stand mendocino de la Feria del Libro.

Una presentación en el stand mendocino de la Feria del Libro.

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De salones y vacíos

En 2017, Mendoza fue la primera provincia que se animó a meterse en el Salón Azul, un espacio editorial de gran centralidad en la FILBA.

Fue por poco tiempo: en 2022 el stand mendocino volvió al Salón Ocre -donde los libros conviven con ploteos de clubes de fútbol y stands de prepagas-; hasta terminar este año con la noticia de la baja.

Alejandro Frías, director de Ediciones Culturales de Mendoza entre 2015 y 2019, consideró "preocupante" este proceso.

"Es preocupante que no haya un stand institucional. Y recalco lo de institucional porque habrá escritores y escritoras mendocinas, así como editoriales, que sí participarán en distintas actividades", aclaró.

Aunque agregó: "Entiendo que es un momento difícil a nivel económico y que los costos se dispararon, pero se podrían haber buscado alternativas. Incluso se podrían haber coordinado acciones conjuntas, ya que esto que le ocurre a Mendoza y que se relaciona con asuntos presupuestarios les pasa también a otras provincias, como San Juan, que según tengo entendido tampoco irá".

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Alejandro

Alejandro "Canito" Frías, escritor, periodista y gestor cultural.

"En lo personal -recordó Frías- me tocó vivirlo porque no tuvimos stand en 2016, cuando yo estaba a cargo de Ediciones Culturales. Pero coordinamos con algunos espacios que no eran exactamente de la provincia, e incluso hubo actividades por afuera de la FILBA. Y también se presentaron los ganadores del Certamen Vendimia, ya que la presentación allá es parte del premio".

Frías remarcó esto último porque para el '24 no sólo no está previsto que se presenten los Premios Vendimia en la FILBA sino que esas obras ni siquiera han llegado a la imprenta, a pesar de la gran calidad literaria que se verificó entre los galardonados. La impresión, eso sí, sería inminente y llegaría en julio, retrucaron desde Gobierno.

Frías retomó: "Me parece preocupante que siempre los recortes vengan por el lado de la cultura y la difusión de la literatura. Cuando hablamos de invertir en futuro, sin dudas la literatura es un factor fundamental. No me parece inteligente hacer recortes por ahí".

Los canales de las letras mendocinas

"Es un retroceso más de los que viene sufriendo nuestro sector", aportó Sandra Flores Ruminot, escritora, docente de teatro y actriz, además de librera de Payana -una librería autogestiva especializada en literatura mendocina- y editora de Payana Ediciones.

"(...) Teniendo en cuenta que Mendoza posee una editorial estatal, Ediciones Culturales, y que las editoriales independientes no cuentan con ningún apoyo desde el Estado, es importante que se generen canales de circulación y comercialización. Este retroceso forma parte del vaciamiento que sufre la cultura con la consecuente pérdida de trabajo para las y los trabajadores del arte", recalcó Ruminot, quien también forma parte de la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras de la Literatura.

La autora de "Ella tenía sabor a manzanas" y "Eva en barricada", entre otros, sumó: "Este año, por ejemplo, aún no se han realizado convocatorias abiertas para talleres de formación y presentaciones de libros en espacios como la biblioteca pública San Martín y la librería pública. Es necesario que se sostengan y amplíen las políticas públicas para los y las trabajadores de la literatura".

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Sandra Flores Ruminot, poeta, docente y activista.

Sandra Flores Ruminot, poeta, docente y activista.

Un espacio para la tierra de Di Benedetto

José Luis Verderico, periodista de Diario UNO y autor de "El Detective Ming", "La Casa de la Ciénaga" y el reciente "La Noche del Terremoto", entre otras obras, consideró: "Es triste que la tierra de Antonio Di Benedetto no tenga espacio ni pueda mostrarse este año. Vaya paradoja, porque -a la vez- la obra del autor de Zama tiene alta consideración en el mundillo literario nacional e internacional y ocupa un sector destacado en la Biblioteca Pública que fundó el General José de San Martín".

Para Verderico, los libros forman parte de la identidad mendocina igual que la montaña, la Vendimia o el Malbec. "Las letras también nos muestran quiénes somos, algo así como el vino como bebida nacional o el fútbol, aunque, por lo visto, para quienes toman decisiones el arte y los libros no representen tales y tan apetitosos negocios", opinó.

Autografiados. José Luis Verderico firmó ejemplares de su libro El detective Ming: la sombra y otros casos
Verderico promociona sus libros en escuelas, ferias, librerías y bibliotecas.

Verderico promociona sus libros en escuelas, ferias, librerías y bibliotecas.

"La literatura nos salva"

También para Fabián Almonacid, escritor y coordinador de talleres literarios ya célebres por estos pagos, la ausencia mendocina en la FILBA implica "un retroceso" que se enmarca en un clima cultural adverso.

Almonacid publicó La culpa y la traición, Trampas de la noche, Trampas de la nada y Del hombre solo, entre otros, y entiende a las letras como un ámbito que puede y en ocasiones debe sustraerse a las lógicas del consumo.

"Esta idea de que la cultura es un gasto es una visión egoísta y mercantil de lo que muchas veces nos sostiene y nos mantiene en sintonía con el otro", argumentó ante la consulta de este medio.

Almonacid confesó que en estos meses ha notado que en sus talleres la gente "valora muchísimo la sensación de alivio al pasar dos horas charlando sobre cuentos o una novela". "Eso no tiene precio; y si un gobierno no lo entiende es por pura mezquindad", criticó.

Para este autor, "si los funcionarios tuvieran un contacto más estrecho con la vida cultural" se darían cuenta de que "muchas veces el arte en general y la literatura en particular nos salvan (...) Nos sostienen medianamente cuerdos y nos aferran a las ideas y al sentir, dos aspectos que en estos tiempos casi no se están teniendo en cuenta".

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Fabián Almonacid (abajo, con barba y gorra) junto a uno de sus grupos de Abrapalabra, su espacio de talleres literarios.

Fabián Almonacid (abajo, con barba y gorra) junto a uno de sus grupos de Abrapalabra, su espacio de talleres literarios.

Recordar de dónde se viene

Desde su chacra en Zona Este, Enrique Pfaab -autor de "La vida al borde" y "Relatos de Rodeo del Medio", entre otros- también se sumó al intercambio.

"Si la decisión de que Mendoza no esté en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires es solo un recorte, es lamentable aunque no llamativa, después del desfinanciamiento que está realizando el Estado nacional", señaló.

"Pero si los trescientos millones de pesos que debía destinar la Provincia para estar allí son destinados durante el año a financiar talleres literarios en todo el territorio, tanto de lectura como de escritura, a ayudar a los autores mendocinos a publicar sus textos y distribuirlos en el país, a promover la lectura en general, a potenciar Ediciones Culturales como editorial estatal, me parece bien", matizó.

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Enrique Pfaab al recibir el premio del Certamen Vendimia 2022 para la categoría

Enrique Pfaab al recibir el premio del Certamen Vendimia 2022 para la categoría "Crónica".

Para Pfaab, ir a la FILBA es un símbolo, pero dista de ser un eje indispensable para la literatura local.

"En definitiva, la presencia en la Feria del Libro de Buenos Aires alimenta el ego del autor, pero no le ayuda a su economía y tampoco aporta gran cosa a la difusión de los libros mendocinos", evaluó.

"Nadie se ha preocupado mucho porque Mendoza no esté en ferias del interior" (Pfaab) "Nadie se ha preocupado mucho porque Mendoza no esté en ferias del interior" (Pfaab)

En consecuencia, propuso: "Nadie se ha preocupado mucho porque Mendoza no esté en ferias del interior, que crecen año a año y que son muy importantes, como al de Rosario, la de Neuquén y tantas más. Sería interesante que las provincias trabajen para que en cada feria provincial haya presencia de todas las demás y consolidar así una literatura federal. El ombligo del país no tiene por qué seguir siendo Buenos Aires (...)".

En el mismo sentido, subrayó que "sería importante que la Provincia aproveche la Casa de Mendoza en Buenos Aires, ubicada en un lugar estratégico; y (...) los autores y editoriales mendocinas tengan allí un punto de difusión y venta, algo mucho más positivo que estar en Buenos Aires solo los 15 días de feria".

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