►TE PUEDE INTERESAR: La clave de la habilitación de El Azufre: ¿es o no un centro de esquí?
El Azufre nieve 2022.jpg
Expertos en nieve testearon las pistas de El Azufre durante la primera temporada en versión "boutique".
El EIA es el paso siguiente y necesario para obtener las autorizaciones estatales que permitan dejar de lado las construcciones provisorias de este invierno y empezar la construcción definitiva del centro de esquí proyectado.
La temporada de El Azufre partida en dos
Desde que El Azufre abrió sus puertas en Campo Potreros de Cordillera, a 3.200 metros de altura, convivieron dos objetivos para la empresa: por un lado, lo que llamaron "turismo experimental", que sirvió, como decíamos, para testear las pistas, para conocer cuál es la experiencia que se llevan los turistas y qué es lo que vienen a buscar en Mendoza.
Y por otro, avanzar con el estudio de impacto ambiental que llevan a cabo los técnicos de la Universidad Nacional de Cuyo.
En ese andar de la temporada, en su versión "boutique", el complejo de esquí de aventura recibió a turistas de Alemania, Canadá, Estados Unidos e Indonesia, todos expertos del mundo de la nieve.
El Azufre se pudo armar con personal aéreo, de montaña, de base en Los Molles y en Malargüe. Trabajaron (y lo harán hasta octubre) maquinistas, guías de montaña, mucamas, cocineros, personal de mantenimiento. Unas 50 personas en el área operativa para que la experiencia resulte positiva.
El Azufre turistas Malargüe 2022.jpg
La llegada de turistas para El Azufre en el aeropuerto de Malargüe.
"Está todo sincronizado y ha dado muy buenos resultados", dijeron desde la empresa a Diario UNO como parte de ese primer balance.
El estudio de impacto ambiental como requisito para la adquisición de las tierras
En lo que resta del año, el foco estará puesto en terminar el estudio de impacto ambiental que la empresa necesita presentar en el expediente que se lleva en el Ministerio de Gobierno, Trabajo y Justicia.
La Dirección de Asuntos Ambientales de la Fiscalía de Estado dictaminó en julio de este año que las obras provisorias que El Azufre había desarrollado hasta el momento no necesitaban un estudio más profundo porque generaban un "bajo impacto ambiental". Sin embargo, "una vez que el proyecto del centro turístico sea ya viable deberá presentarse ante la Unidad de Evaluaciones Ambientales de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial", decía el dictamen.
La intención es que ese EIA esté terminado en diciembre y es por ello que, ya sin turistas en los módulos, los técnicos se instalarán allí para ajustar los detalles en los que ya vienen trabajando hace meses.
Una vez concluido, pasará para su análisis en las diferentes esferas del Estado e incluso será necesaria también una audiencia pública a anunciarse mediante la publicación en el Boletín Oficial.
De su aprobación dependerá la adquisición definitiva de las 12.000 hectáreas que fueron asignadas y de los tiempos que demande dependerá el inicio de las construcciones definitivas del centro de esquí.
La confianza de los accionistas y su proyecto sustentable
Daniel Nofal, uno de los socios, es fundador de Sustentator, una empresa proveedora de equipos de generación de energía solar en la cual tiene participación YPF. Contó en su momento a Diario UNO las ventajas sustentables del proyecto.
Entre los puntos primordiales se encuentra la producción de energía en forma renovable, principalmente solar con baterías de litio y tanques de hidrógeno.
Respecto de los humedales, que podría ser el principal enfoque en caso de un estudio de impacto ambiental, Nofal afirmó que el plan es construir en zonas aledañas sin afectarlos, tanto que "con la plantación de árboles eficientes en el uso de agua en zonas secas se puede extender el verde puramente con riego ocasional por goteo, evitar evaporación y regular el derretimiento de la nieve".
El Azufre junio 2022 (2).jpg
Por dentro, uno de los módulos de El Azufre en esta temporada experimental. El complejo se armó para recibir a 12 turistas por vez.
Como objetivo se encuentra también la economía circular, a la que se puede llegar minimizando el uso de plásticos y reciclando el resto con el excedente de energía que se produzca en verano.
Otra de las bases del proyecto es el uso de construcciones prefabricadas con alta aislación para el mínimo uso de energía y el uso de materiales y proveedores lo más locales posibles para minimizar, de esa manera, el impacto del transporte. Respecto del combustible, la idea es producir hidrógeno verde.
Al estar desarrollado el masterplan en fases, entienden los socios de El Azufre que se pueden ir logrando aprobaciones parciales de inversión, impacto ambiental y construcción para ir avanzando de a poco, año a año.
Saber si abrirá el año próximo es demasiado aventurero. "Si los vistos buenos para empezar a construir no llegan antes de abril, será muy difícil", dijeron.
Tiempos de veranada
Una vez que baje la nieve y crezca el verde, Martín Policante, el puestero de la zona que cedió sus derechos a El Azufre, subirá con sus animales para la llamada "veranada".
Durante ese tiempo, que teniendo en cuenta la cantidad de nieve actual podría comenzar recién entre noviembre y diciembre, se produce el engorde de los animales.
La posibilidad de que esta práctica se dé en los terrenos asignados a El Azufre forma parte del convenio celebrado con los puesteros. Se vino desarrollando años anteriores y volverá a suceder en el verano 2023.