Análisis y opinión

De los billetes con bichos de Macri a los nuevos pesos de Alberto: el rol del diseño y de la narrativa militante

Los nuevos billetes de Alberto están diseñados con más claridad que los papeles "con bichos" de Macri y tienen más "relato". Pero ambos carecen de respaldo y no se los respeta

En nombre del diseño se suelen hacer disparates. En su momento fue una buena idea poner animales en los billetes de curso legal. Una decisión innovadora que tenía que ver con los vientos de defensa del ambiente y de la fauna. Sin embargo, pocas veces se ha visto algo tan mal diseñado como los billetes de la época de Macri.

Los llamados "billetes de los bichos" son complicados de leer, con imágenes torcidas, con burdos desacoples entre la cara principal del papel moneda y la posterior. El reverso está patas para arriba. Además no tienen ninguna ilación con las convenciones de cómo leer, es decir, de izquierda a derecha y de arriba a abajo.

Cuando se lee (un libro, un diario papel, un prospecto médico) se da vuelta la hoja y la disposición de los elementos de lectura siguen la misma lógica de la página anterior. En cambio tome usted cualquier billete de los bichos y se va a ver obligado a rotarlo 360 grados en sus manos para poder encontrarle algún criterio.

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Los billetes "con bichos" fueron una buena idea, traicionada por un diseño confuso y disparatado.

Los billetes "con bichos" fueron una buena idea, traicionada por un diseño confuso y disparatado.

Nuevos y depreciados

El gobierno de Alberto Fernández ha presentado ahora los nuevos billetes nacionales y populares. Nada de animales ni de mensajes ecológicos. Relato político contundente. Eso es lo que el Gobierno cree que se necesita. Se busca, dijo el Presidente "poner en valor una dimensión de la historia que algunos quieren borrar".

Lo importante sería que esos papeles tuvieran realmente valor monetario y que no se depreciaran en su valor día tras día. Y que esas figuras históricas (San Martín, Güemes, Belgrano, Juana Azurduy) no tuvieran que quedar pegadas al descrédito de representar una macroeconomía desquiciada.

El rescate de héroes y dirigentes políticos, es un punto de vista diríase tradicional. Quizás fue más innovador el de poner animales que habitan la Argentina desde hace siglos y que están en peligro de extinción. Lo distinto en este caso actual de Alberto radica en hacer foco en mujeres muchas veces ignoradas por la historia y ponerlas junto a los varones como hacedores conjuntos de porciones de argentinidad.

La pata de la sota

El asunto es que la Casa Rosada ha salido a mostrar los nuevos billetes con ese tufillo de defensores aparatosos de la patria, una movida que se traduce en un: ¿cómo Macri va a poner animales en los billetes que utilizamos todos los día siendo que hay argentinos que dieron la vida para que tuviéramos una patria libre, justa y soberana?

Alberto Fernández cree que "silenciar a quienes nos dieron una riqueza infinita no le hace bien a nuestro colectivo social". Por eso este Gobierno sale "a rescatar la figura de hombres y mujeres inmensos y trascendentales que hicieron la patria que hoy vivimos".

Cualquier argentino que sufre a diario la pérdida del nivel adquisitivo frunce el ceño cuando le quieren meter a la fuerza esos espiches

Y esos millones de argentinos se preguntan : ¿Por qué no salen también a rescatar la economía y a terminar con todos los años de estancamiento, sin creación de empleos genuinos ni de visión estratégica para el desarrollo del país?

Otros inquieren:¿de dónde ha sacado el titular del Ejecutivo que la oposición quiere silenciar a Belgrano, a Güemes o a Juana Azurduy? Imagínense a los radicales refutando al Presidente por no confeccionar billetes con las caras de Yrigoyen, Alvear, Alem, o Alfonsín.

Los nuevos billetes militantes están bien diseñados y respetan la lógica más elemental de diagramación. Eso se agradece. Ya sabemos, por lo demás, que el kirchnerismo siempre va a tratar de contrabandearnos propaganda, relato. Los otros, los de Macri, innovaron, pero lo hicieron de manera confusa, porque diseñar es transmitir ideas, y en el caso de los billetes "de los bichos" nos cuesta entender un simple papel.

Por algo los dólares son tan claros y atrayentes. En ellos el valor de cada denominación está claramente expresada tanto en palabras como en símbolos numéricos. El centro del papel contiene sin dejar lugar a dudas lo que ese billete vale. Y todo en ese diagrama se encuentra donde se espera. Pero más allá de eso, los verdes tienen respaldo, no pierden valor. Algo de lo que carecen los pesos, por más que los llenemos de mujeres, de próceres y de densa narrativa.

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