En ese sentido, la organización de padres pidió tanto un informe detallado del estado de edificios y programas de readecuación para el dictado de clases, y asegurarse que el Estado provincial asista con recursos suficientes y lograr establecimientos seguros para docentes y alumnos, como mayor información y difusión sobre la pandemia por Covid-19 y modos de contagio, a fin de eliminar temores infundados.
Asimismo, expusieron diferentes experiencias de familias durante 2020, y expresaron las dificultades para adaptarse a las clases virtuales. Rozzi dijo que “queremos un 2021 con presencialidad segura, y ver cómo DGE nos puede garantizar esa escuela que necesitamos para que los padres puedan enviar a sus chicos confiados. En estos meses hemos conocido a padres y madres de distintos ámbitos y que nos presentaban este problema de una virtualidad que no les terminaba de cerrar en cuanto a lo educativo”.
Cabe destacar que quienes estuvieron presentes en la reunión junto a Thomas representan a padres de escuelas primarias y secundarias, urbanas y rurales, de gestión pública y privada, lo cual permitió ensanchar el abanico de lo que ocurre en todo Mendoza a nivel familiar. “Nuestra intención es siempre llevar la voz de la familia, del padre y de la madre que están día a día con su hijo, y que es un actor más de la educación, además del docente y el Gobierno”, concluyó Rozzi.