Un vocero judicial reveló que la adolescente tiene un retraso madurativo del 85% por lo que "parece una niña de 5 o 6 años".
Un vecino la vio salir llorando de la vivienda.
Según revelaron fuentes cercanas a la causa, la joven habría sido interceptada por una hija del Negro mientras caminaba por las calles del barrio.
Al llegar a la vivienda, se encontró con entre 8 y 10 hombres tomando alcohol. Dos de ellos son los que habrían comenzado a hablarle. Uon puso música y el otro intentó convencerla de que tomara cerveza, pero la adolescente no quiso.
En ese momento, los acusados habrían abusado sexualmente de ella mientras el resto de los hombres se burlaba de la situación.
Una hora después, la liberaron. El testigo que la vio llorando declaró que después del aberrante hecho se acercó un patrullero por los ruidos molestos que emanaban de la casa.
Cuando la jovencita llegó a su casa en condiciones deplorables, su hermana formalizó la denuncia. En menos de 48 horas, los dos sospechosos acabaron presos.
La hermana quemó la prueba clave
Mientras la investigación sigue su curso, se intenta recabar más pruebas para mantener la acusación dado que el vestido que la víctima llevaba puesto esa noche fue quemado por su hermana.
En su lógica, la mujer lo destruyó porque consideraba que su vestimenta era la culpable de la violación.
Dado el escenario, se busca dar con los otros seis sujetos que estuvieron en el momento de los hechos y que no hicieron nada por impedirlos.