El fiscal tomó las primeras declaraciones testimoniales del caso, le dio intervención a los organismos pertinentes y decidió detener al joven de 27 años. Fue imputado por abuso sexual con acceso carnal agravado en reiterados hechos agravado por la convivencia con un el menor de edad -de 8 a 20 años de cárcel- y fue trasladado al complejo San Felipe. En esa cárcel quedó alojado en el pabellón destinado a fuerzas de seguridad.
Como los vejámenes habrían ocurrido hace muchos años y es imposible su comprobación mediante exámenes físicos, el fiscal espera una prueba clave. Será la declaración de la víctima que se realizará en cámara Gesell por ser menor de edad -tiene 17 años- y por ser víctima de delitos sexuales. Además, una pericia psicológica determinará si el relato es creíble.
Además de la causa judicial, la Inspección General de Seguridad (IGS) inició una investigación administrativa donde el joven efectivo ya se encuentra sumariado, según trascendió.