La mujer quedó inmediatamente detenida, pero no quiso declarar. Antes del juicio, en una audiencia en la que se debatían las pruebas en su contra, se quebró y por recomendación de su defensor, decidió ir a un juicio abreviado y fue sentenciada a 10 años.
La captura del padrastro
El hombre estuvo prófugo dos años y los pesquisas sabían que se movía por Bolivia, Brasil y Uruguay.
Así fue como en febrero del 2021, personal de la División de Delitos contra la integridad sexual de la Policía viajó a Jujuy, donde atraparon al hombre en La Quiaca, y lo trajeron a Mendoza para ser juzgado.
El jueves pasado, cuando iba a comenzar el debate en contra del hombre de 48 años, prefirió ir a un juicio abreviado, al igual que su ex pareja, madre de la víctima. Luego de reconocer todos los hechos que cometió, fue condenado a 14 años.
La víctima
A pesar de todo lo que sufrió desde su infancia, y con una madre condenada por ser cómplice de las violaciones, la mujer estaba afuera de la sala de audiencias cuando iba a comenzar el debate contra su padrastro.
Ella quería declarar, estaba decidida, pero había tanta prueba en contra del hombre, que este prefirió reconocer los hechos y ser condenado, antes de tener que pasar por un debate como cualquier otro, donde se exponen todos los hechos.
Luego de recibir la condena, el juez que estuvo a cargo salió al pasillo para hablar con la víctima, ya que la había escuchado llorar durante un largo rato. Ella quería hablar pero tuvo una crisis de nervios y no lo hizo.
A pesar de la dolorosa infancia que tuvo, con todos sus derechos vulnerados y amenazada para que no hablara, pudo seguir su vida, se recibió de maestra y tiene el apoyo constante de una psicóloga.