Abuso sexual en Guaymallén

Sobreseyeron a la acusada de entregar alumnas a un abusador serial

Día clave en la causa por los múltiples vejámenes a menores en el barrio Unimev: el abusador serial va a juicio pero su esposa zafó de todo

Logró dar el último golpe judicial. Justo a tiempo. Cuando se discutía si iba a juicio o no, una docente particular terminó desvinculada de su marido, un abusador serial de sus alumnas que cometió varios hechos en su propio domicilio ubicado en el barrio Unimev.

Tras más de un año y medio bajo la lupa de la Justicia, Roxana Edith Donoso terminó sobreseída este miércoles. La opción contraria era que fuera a juicio junto a su expareja, Jorge Elías Ramón Caligiuri (69).

El abogado defensor de la docente particular, Gustavo Ruggero, había pedido la desvinculación del caso hace algunas semanas. Entre otros argumentos, tuvo en cuenta la declaración de la menor de edad que es víctima en los hechos. Es que la niña explicó que el hombre la manoseaba cuando la mujer estaba de espaldas y cuando esta última se daba vuelta el sujeto se acomodaba.

Si bien la sospechas contra Donoso comenzaron cuando la pequeña dijo en cámara Gesell que la mujer era quien la llevaba hasta el primer piso de la casa, donde era agredida sexualmente por Jorge Elías Ramón, también agregó que la docente no le exigía subir las escaleras.

La jueza María Alejandra Mauricio falló en ese sentido y dictó el sobreseimiento. A su vez, sí coincidió con el fiscal de Delitos Sexuales Darío Nora y consideró que hay pruebas suficientes para juzgar al hombre por lo que restará poner fecha para ese debate.

Abusador serial

Jorge Elías Ramón fue acusado en marzo de 2016, porque los padres de unas mellizas de 9 años descubrieron que sus hijas habían sufrido abusos cuando tomaban clases particulares en la casa del hombre, en el barrio Unimev. Tras esta presentación judicial, dos semanas después se sumó una tercera víctima, de 10 años, quien también acudía a clases en ese lugar.

En la causa por el abuso sexual en Guaymallén consta que en realidad la docente era la esposa de Ramón, pero este último solía ayudarla a dar clases debido a la cantidad de niños y jóvenes que asistían al domicilio.

El hombre fue condenado a 18 años de cárcel por los tres primeros hechos y la sentencia fue confirmada por la Suprema Corte de Justicia. Mientras era juzgado, surgió una denuncia de una cuarta víctima.