Son tres directivos, una celadora y una psicóloga, sospechados de haber encubierto los abusos de chicos.

Serían imputados cinco empleados del Próvolo

Por UNO

Con el paso de los días el caso Antonio Próvolo sigue sumando novedades y vinculando implicados. Se espera que este viernes imputen a cinco personas más, sospechadas de omitir los abusos sexuales que sufrieron los chicos sordos de esa escuela de Luján.

Con la detención de los principales acusados y señalados como autores de los vejámenes, desde hace meses se sabía que iban a ir por los encubridores. Es decir, parte de la comunidad educativa que sabía de los ataques sexuales y no los denunciaron.

Al respecto, hace ocho días arrestaron a Graciela Pascual, ex representante legal del colegio, que fue imputada como partícipe primaria de los abusos, también en cuanto a la omisión. El miércoles fue el turno de la monja Asunción Martínez, que recibió la imputación de participación necesaria y omisión, aunque pudo quedar en libertad ya que se la mencionaba en un solo hecho. Además, debió pagar una fianza de $200.000.

El mismo camino que estas mujeres recorrerán cinco personas más del instituto. Está previsto que hoy el fiscal Gustavo Stroppiana impute a tres directivos, una celadora y una psicóloga, todo sospechados de encubrimiento.

Fuentes judiciales aseguran que estos no serán los últimos acusados, ya que la lista podría seguir extendiéndose con el transcurrir de los días.

Definen el planteo de Kosaka

Desde hace un tiempo la monja japonesa Kumiko Kosaka pide la detención domiciliaria, algo que por ahora no tiene resolución. La Justicia de garantías le dictó la prisión preventiva, sin embargo, su abogado apeló y ahora le resolución recayó en la Primera Cámara del Crimen.

Ayer se desarrolló la audiencia para tratar este punto, pero los jueces postergaron la resolución para el martes. La querella apunta al riesgo de fuga que existiría en caso de que la religiosa no esté en prisión. Actualmente se encuentra alojada en el penal en Agua de las Avispas.

Además de los mencionados, el caso tiene imputados a los curas Nicola Corradi (82) -con prisión domiciliaria- y Horacio Corbacho (56) y los empleados Jorge Bordón, Armando Gómez y José Luis Ojeda. Los últimos cuatro están presos en el penal en Boulogne Sur Mer.

A ellos hay que sumarles a Apolinario Choque, un jardinero que está libre y acusado de abuso simple. La megacausa suma nueve imputados y hoy podría agregar a cinco.