Cuando los investigadores creían tener algo entre manos para encarar la investigación por los hermanos desaparecidos, Luciano y Franco Álvarez, todo se terminó diluyendo. Los elementos encontrados en los últimos días no servirán de mucho en el caso.
Cuando los investigadores creían tener algo entre manos para encarar la investigación por los hermanos desaparecidos, Luciano y Franco Álvarez, todo se terminó diluyendo. Los elementos encontrados en los últimos días no servirán de mucho en el caso.
Hace dos semanas que los jóvenes de 18 y 28 años, respectivamente, dieron las últimas señales con vida tras ir a cobrar un trabajo de albañilería a Guaymallén –ver más abajo-. Desde entonces la fiscal de Homicidios Andrea Lazo ha tomado varias declaraciones de testigos y ha ordenado realizar un puñado de rastrillajes en busca de datos concretos.
Lo único relevante que lograron obtener los investigadores fue el hallazgo del teléfono celular y el documento de identidad del menor de los hermanos desaparecidos –que fueron encontrados por un niño y su madre avisó al 911-, y unas prendas de ropa en las inmediaciones del último lugar donde fueron vistos.
Con la esperanza de encausar la búsqueda a partir de estas novedades, se realizaron varias medidas pero ninguna arrojó resultado positivo, según indicaron fuentes vinculadas al expediente.
En el teléfono de Luciano Álvarez estaba la mayor expectativa ya que podrían surgir los últimos movimientos de los hermanos desaparecidos. Sin embargo, los peritos tecnológicos no pudieron recuperar ningún dato ya que el celular estaba destruido.
Con respecto al DNI, hasta el momento no se ha podido extraer ningún elemento para cotejar. Y finalmente se determinó que las prendas de ropa secuestradas no pertenecían a los jóvenes y, por ende, no tienen relación con la causa.
De esta forma, la investigación por el paradero de Luciano y Franco Álvarez continúa empantanada y desde hace varios días que los pesquisas presagian el peor desenlace.
Luciano y Franco Álvarez salieron de su casa en Colonia Bombal, Maipú, en la tarde del lunes 7 de junio. A su madre le dijeron que debían dirigirse hasta Los Corralitos para cobrar un trabajo de albañilería. Sin embargo, nunca regresaron.
La investigación reconstruyó que los jóvenes se presentaron en la casa de su empleado y cobraron el dinero sin mayores problemas. Luego se cree que estuvieron en un kiosco cercano y se subieron a un vehículo particular.
Cualquier persona que pueda aportar datos fehacientes sobre los paraderos de Luciano y Franco Álvarez debe comunicarse al 911 o bien 2617484784 u/o 261059914.