Según contó la víctima a este portal, el miércoles por la noche tocaron el timbre de la casaubicada en calle Córdoba al 288. Era un hombre que, hacía unos 10 días, había ido a ver unacomputadora que Gabriel Antonio Olmos (34), la víctima, tenía a la venta. "El hombre llamó y me dijo que iba a volver cerca de las 21 o 22 a comprar la máquina porque le había gustado", contó Gabriel quien es ingeniero de la empresa YPF. Al ver que quien tocaba eltimbre era el interesado en su notebook, Gabriel abrió la puerta de su casa y la reja. Deinmediato, el hombre lo encañonó con un arma. Detrás de él entraron seis sujetos más a caradescubierta y vestidos normalmente. Todos, tenían entre 20 y 25 años. En ese momento en la casa había cinco personas, la madre de Gabriel, dos tías y un amigo. Sehabían juntado, como cualquier familia, a comer pizzas caseras. Los sujetos ingresaron a la casagritando y pidiendo a todos que se quedaran quietos mientras los ataban con cintas que ellos mismoshabían traído. Durante el tiempo que duró el robo los ladrones no se cansaron de repetir, a los gritos: "Ustedes tienen mucho y nosotros poco, la cosa acá es compartir un poco". Se llevaron $100.000 en 20 minutos Cuando la familia ya estaba reducida, los hombres –todos armados – se pusieron guantes delátex y cargaron todo lo que encontraban a su paso en una camioneta Chevrolet Transit blanca,patente BTV 432. Siempre según el relato de la víctima, se llevaron cuatro televisores LCD, equipos de DVD,celulares, cámaras de fotos y video y unos $2.000. Pero lo más valioso fueron los cerca de 100equipos de caraudio que Gabriel guarda en su casa, ya que en su tiempo libre provee a negocios deeste tipo con mercadería. "Se han llevado, estéreos, parlantes, de todo, cualquier cantidad de dinero en equipos", aseguró, aún temblando, la víctima. A pesar de que contaban con valiosos objetos para robar, los ladrones también iban en buscade efectivo y "todo el tiempo me pedían plata y plata. Como yo no colaboraba, porque no tengoefectivo en mi casa, me pegaron, me patearon y me gatillaron varias veces a la cabeza", relató condesesperación el ingeniero, que vivió anoche las horas más difíciles de su vida. Los ladrones se fugaron en la camioneta del dueño de casa -que en las puertas tiene un logoque dice "Del Barco" con el número de interno 06- y que todavía no aparece. La familia se zafó delas cintas como pudo y llamó a la Policía, que demoró media hora en llegar. Durante la mañana se acercarán a las Comisaría 7°, un poco más tranquilos, para radicar ladenuncia del terrible hecho que acaban de vivir.