La Justicia resolvió que Nicolás Gil Pereg, preso por estar acusado por asesinar a su madre y a su tía, no sea trasladado a un neuropsiquiátrico tal como había solicitado su defensa, quienes alegaron un "notorio deterioro mental".
También rechazaron el pedido de Gil Pereg de estar con sus "hijos gatos" en la cárcel, o en su casa con prisión domiciliaria, o en una jaula del Zoológico.
El juez Federico Martínez fue quien decidió este jueves que el israelí siga preso en el Módulo 3 del penal San Felipe, en una celda aislado para resguardar su integridad física.
Por otro lado, ordenó que se informe a las partes sobre la medicación que le den mientras esté alojado allí, debido a que el mismo Gil Pereg manifestó que le pusieron inyecciones y que todos los días le dan una pastilla, aunque no pudo decir concretamente de qué.
Esta decisión del juez Martínez fue luego de un habeas corpus presentado por los defensores de Gil Pereg, quienes indicaron que tiene un trastorno psicológico y necesita inmediata atención antes que termine peor.
El magistrado visitó al acusado el miércoles al mediodía, donde Gil Pereg le dijo que es un gato, que tiene apariencia de persona y habla como persona, pero que en escencia es un felino, y volvió a reclamar la necesidad de estar con sus "hijos gatos".
Este pedido del israelí también fue rechazado por el juez, quien comprendió que ninguna de las posibilidades planteadas por el acusado es viable.
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Una era que le llevaran sus 37 gatos al penal y que vivan con él en su celda, otra que le den prisión domiciliaria para poder estar con sus "hijos gatos" en su casa y que esta quedara abierta para que sea controlado por la Policía durante las 24 horas.
La tercera, y la que más llamó la atención, fue que sea encerrado junto a todos sus gatos en una jaula del Zoológico.
Los abogados Maximiliano Legrand, Lautaro Brachetta y Marcos Segovia ya presentaron una apelación sobre el rechazo de ser trasladado a El Sauce para recibir la atención que ellos aseguran que necesita.