El israelí Nicolás Gil Pereg sigue con su conducta extraña. Preso y acusado de haber asesinado a su madre y a una tía, solicitó que lo encierren en el ex Zoológico junto a sus gatos. Aseguró que no está loco, sino que está muy estresado y que necesita estar con sus "hijos".
Fue ante la visita del juez Federico Martínez, quien lo entrevistó luego de un hábeas corpus presentado por Maximiliano Legrand, Lautaro Brachetta y Marcos Segovia, defensores de Gil Pereg, por el cual pidieron asistencia médica y psiquiátrica de inmediato.
Lo único que refirió el imputado ante el juez fue que no le molesta el encierro y que no le interesa estar con personas, más que lo justo y necesario, sino que él es un gato y necesita estar con sus 37 felinos, para lo que planteó tres posibilidades.
Una de ellas es regresar a su predio de calle Roca, frente al cementerio de Guaymallén, con sus gatos bajo la promesa que el deja el portón abierto y que sea custodiado por todos los policías que sea necesario.
La otra opción es que él y sus 37 "hijos gatos" sean alojados en una jaula en el ex Zoológico de Mendoza.
La última que solicitó fue que le llevaran todas sus mascotas a su celda del penal San Felipe, donde está preso. Al parecer, según dijo él, el Servicio Penitenciario le habría prometido que le llevaría al menos tres de sus gatos.
Gil Pereg aseguro que está "estresado" y que siente como un "fuego que lo quema el cuerpo" por esta situación de estar lejos de sus "hijos gatos".
Maximiliano Legrand y Lautaro Brachetta, defensores de Gil Pereg, aseguraron que es una persona muy dócil y que sus dichos son "espontáneos".
Pero, explicaron que tiene este tipo de comportamientos hace más de 10 años, y que hay pruebas suficientes en su predio de Guaymallén, donde tampoco usaba el baño.
"Esta es la clase de comentarios no tienen racionalidad y evidentemente dan cuenta de un desorden psiquiátrico. Esto debe ser tratado en un establecimiento adecuado", dijo Legrand y aseguró que es casi el comportamiento de un demente o un psicótico.
El juez Federico Martínez pidió informes al psicólogo para tomar conocimiento de la medicación que le dan y otros estudios para determinar si necesita ser trasladado o no a un neuropsiquiátrico donde se estabilice su situación.