Por el fallecimiento de Laviero no se labraron actuaciones judiciales porque lo médicos que acudieron al lugar consideraron que obedeció a causas naturales.
Esa hipótesis fue sustentada también por la empresa Figurella que advirtió que "los motivos de lo sucedido fueron por causas naturales, no relacionadas con el tipo de actividad que realizaba la clienta". A través e un comunicado, la empresa afirmó que "al realizar los ejercicios dentro del módulo térmico, el cuerpo se encuentra en un ambiente conocido, ya que el mismo recrea la temperatura corporal. De esta manera los músculos trabajan de forma eficiente, logrando la modelación y tonificación esperadas". No obstante, en una opinión opuesta, el médico Oscar Mendoza, jefe del área de Deportología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), dijo en declaraciones al matutino Clarín que "practicar ejercicios con temperaturas elevadas implica riesgo de deshidratación y de que se produzcan alteraciones en el metabolismo".
"Pueden modificarse las proporciones de sodio y potasio del cuerpo y existe el peligro de que se desencadene una arritmia, que en algún caso podría derivar en una muerte súbita", añadió el profesional.
La mujer, que tenía una hija de diez años y residía en el barrio Palmar, tenía una autorización médica para realizar la actividad física que había renovado una semana atrás.
La médica Julieta Salvini, del Sistema de Emergencias Tigre (SET), sostuvo que los paramédicos de una sus ambulancias, le realizaron a la mujer "maniobras de reanimación cardiopulmonar durante más de 40 minutos, mientras estaba sufriendo un paro cardiorrespiratorio. En un primer momento pareció que respondía bien, pero luego volvieron a bajar sus signos vitales"
"Como municipio, nuestra recomendación es que cualquier local en el que se realiza algún tipo de actividad física cuente con un desfibrilador automático y alguien entrenado para usarlo", añadió la funcionaria, a pesar de que la legislación vigente no obliga a tomar esa medida de prevención.
Fuente: NA