Historias del crimen

Llamó a su expareja para que escuche cómo cometía el crimen de sus hijas

Por el brutal doble crimen, el hombre fue condenado a pena muerte y ejecutado

El 2 de mayo de 2001, en un departamento de Texas, ocurrió uno de los crímenes más horrendos de la historia reciente de Estados Unidos: un hombre que mató a sus propias hijas y llamó a su expareja para que presenciara todo por teléfono.

John Battaglia, un excontador de 45 años con un historial de violencia doméstica, asesinó a tiros a sus dos hijas pequeñas, Faith de 9 años y Liberty de 6, mientras su exesposa, Mary Pearle, escuchaba impotente al otro lado del teléfono.

El móvil del crimen: una venganza cruel contra Mary Pearle, quien había denunciado a John Battaglia por violar su libertad condicional en una causa de violencia de género anterior.

john battaglia doble crimen hijas
El autor y las víctimas del crimen en Estados Unidos.

El autor y las víctimas del crimen en Estados Unidos.

La violencia de género antes del crimen

John Battaglia parecía un hombre exitoso: trabajó como contador certificado y tuvo dos matrimonios. Pero ya con su primera esposa tuvo denuncia por agresiones físicas. La historia se repetiría años después, pero mucho más grave.

En 1991, John Battaglia se casó con Mary Pearle y tuvieron dos hijas: Faith en 1992 y Liberty en 1995. El matrimonio fue un infierno ya que el hombre era controlador y violento.

En Navidad de 1999, la atacó brutalmente, golpeándola en la cabeza mientras ella intentaba huir. La víctima de violencia de género lo denunció y terminó condenado a una pena menor. Pero continuó acosándola con llamadas y amenazas.

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El criminal fue condenado a pena de muerte por el aberrante hecho.

El criminal fue condenado a pena de muerte por el aberrante hecho.

El doble crimen de sus hijas

El fatídico día, Mary Pearle dejó a las niñas con John Battaglia para una cena programada. Minutos después el hombre la llamó, puso el teléfono en altavoz y obligó a su hija mayor a preguntar: "¿Mami, por qué quieres que papi vaya a la cárcel?".

Luego, las niñas suplicaron. Faith gritó: "¡No, papi, por favor no lo hagas!". Mary Pearle oyó disparos. La niña mayor recibió 3 y si hermanita, 5.

John Battaglia huyó, pero antes dejó un mensaje en el contestador de las niñas: "Buenas noches, mis pequeñas. Espero que descansen en un lugar mejor. Ojalá no tuvieran nada que ver con su madre. Es malvada y estúpida".

Luego, se tatuó dos rosas rojas en el brazo en honor a sus hijas. Fue arrestado en un salón de tatuajes tras una persecución. En 2002 fue condenado por el doble crimen a una pena de prisión perpetua que se terminó ejecutando en 2018. Nunca mostró arrepentimiento.