Caso resonante

Julieta Silva se defendió de la denuncia de violencia doméstica y dijo que su marido la extorsionó

Julieta Silva enfrenta un nuevo proceso por una denuncia de violencia doméstica y este martes se defendió en tribunales

Por UNO

Julieta Silva (37) declaró este martes en tribunales por una nueva causa judicial que enfrenta desde julio. Se trata de la denuncia por violencia intrafamiliar que hay en su contra y que radicó su esposo Lucas Giménez. La mujer cumplió una condena en 2017 por el homicidio culposo de su novio, Genaro Fortunato.

Silva hizo su defensa frente al fiscal Fabricio Sidoti y reiteró que todo fue una discusión de pareja, en referencia al altercado que desencadenó en la acusación de su esposo por malos tratos y lesiones. La sanrafaelina insistió que se ve envuelta en una extorsión de su cónyuge y que su condena por el homicidio de su novio es lo que hace más grave su situación frente a la Justicia.

En otro tramo de su declaración, que trascendió a través de su abogado, Roberto Castillo, Silva redobló la apuesta y acusó a Giménez de chantaje y extorsión.

Julieta Silva
Lucas Giménez, esposo de Julieta Silva, junto a ella, luego de su casamiento. Hoy están enfrentados en la Justicia.

Lucas Giménez, esposo de Julieta Silva, junto a ella, luego de su casamiento. Hoy están enfrentados en la Justicia.

La defensa de Julieta Silva

Castillo justificó el silencio de su defendida en las audiencias anteriores, por encontrarse amenazada de perder a sus hijos si hacía referencia a presunto maltrato de su esposo.

Según las declaraciones del letrado, Giménez le habría advertido a Silva que le iba a mostrar videos del pasado a sus hijos sobre la causa en que se vio envuelta en el homicidio de su novio. Por la muerte de Fortunato, la acusada estuvo presa 3 años y 9 meses.

En medio de su defensa, Silva recordó que ella también lo denunció a Giménez por malos tratos, pero que las que ella radicó en los organismos competentes, quedaron archivadas.

Posteo de Carlos Castillo en Instagram

Castillo también dejó trascender que Silva no confía en la Justicia de Mendoza y por eso buscó ser representada por un letrado de otra provincia.

Hoy, Silva continúa en prisión domiciliaria y monitoreada por una pulsera por este episodio con su actual esposo.