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Julieta Silva fue condenada por el accidente ocurrido en 2017 en San Rafael.
Sobre la denuncia actual que pesa sobre Julieta Silva y por la cual se encuentra detenida con arresto domiciliario, apuntó que "hay un desconocimiento social respecto a la causa. No está imputada por homicidio. Se la imputó por privación ilegal de la libertad, lesiones y desobediencia. Y es inocente de todos los delitos mencionados".
Julieta Silva, complicada con la Justicia
Julieta Silva es recordada en San Rafael (y hasta a nivel nacional) por la muerte de Genaro Fortunato. El entonces novio de la mujer fue atropellado por ella el 9 de septiembre de 2017 cuando salían del bar La Mona, donde habían acudido a bailar. El caso generó un fuerte debate sobre si se trató de un asesinato o fue un accidente vial. La Justicia, en todas sus instancias, se inclinó por la segunda teoría y Julieta Silva fue condenada a 3 años y 9 meses de cárcel, los que cumplió casi en su totalidad en prisión domiciliaria.
Pasaron los años y Julieta Silva reconstruyó su vida. Se casó con Lucas Adrián Giménez (42), con quien tuvo una hija. Pero a fines de julio pasado volvió a ser noticia tras ser detenida porque el hombre la denunció. Según su declaración, en medio de discusiones de pareja Julieta Silva solía cerrar con llaves el ingreso a la propiedad y hasta le quitaba su teléfono celular. Esta situación duraba varias horas o incluso noches enteras. En un último hecho fue cuando lo habría golpeado en el rostro.
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Julieta Silva fue denunciada por su esposo, Lucas Giménez.
Luego de esa denuncia de Lucas Giménez que recayó en los primeros días de julio, Julieta Silva fue imputada y quedó alojada en prisión domiciliaria. Pero el 16 de julio habría cometido un nuevo delito que derivó en su paso a la penitenciaría de San Rafael. Es que la mujer habría contactado a la hija del hombre, con quien tenía una prohibición de acercamiento.
Actualmente, Julieta Silva se encuentra imputada por lesiones leves agravadas, privación ilegítima de la libertad agravada y desobediencia a una orden judicial. El viernes pasado, un juez le dictó la prisión preventiva pero aceptó que sea en modalidad domiciliaria.